POR ÓSCAR GAVILÁN

“Los tres pode­res del Estado se compro­metieron a la reforma de la administración pública, a mejorar la calidad del gasto y todo lo demás. Ninguno de ellos cumplió nada”, sostuvo Pedro Fadul, ex candidato a presidente de la República. Dedicado a pleno en tiempo y esfuerzo a la actividad pri­vada, dijo a La Nación que lamenta que el objetivo del sector público no sea el ser­vicio al ciudadano, sino la vic­toria electoral. En esta entre­vista exclusiva, se refirió a la administración de Mario Ferreiro, la gestión de Mario Abdo Benítez y la coyuntura económica.

–Hay preocupación por una recesión en este pri­mer semestre del año, pero según el Gobierno vamos a crecer igual 3,5%. ¿Cuál es su visión al respecto?

–Lo primero y más impor­tante es: cuanto menos se meta el Estado, mejor vamos a andar, y podríamos crecer lo calculado y más también. El único motor del desarro­llo económico es la empresa en libre competencia. Desde luego, ciertas regulaciones, como en el tránsito o en cual­quier disciplina, son necesa­rias. Pero ojo, el Estado es como la vacuna y el veneno. Es una sustancia peligrosa. En poca cantidad te cura, en mayor cantidad te mata. Y esto no es poesía. Está más que probado en el mundo. Confío en que hay perso­nas cerca del Presidente que saben esto y espero que sepan resistir los embates estúpidos del populismo.

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–El Ejecutivo presentó esta semana un paquete de reformas. ¿Qué otras medidas deberían tomarse a su criterio?

–Desconozco los detalles del mismo. Escuché lo de un incremento en obras públi­cas. Puede ser. Todo depende de qué se haga y cómo se haga. También podrían crearse programas de financiamiento de viviendas económicas y esos sí son extraordinarios multiplicadores e impulsores de mano de obra, microem­presas y, sobre todo, estabi­lidad y desarrollo familiar y comunitario.

–Cree que se debería aumentar la base tributa­ria o ampliar el universo de contribuyentes. ¿Cuál es la fórmula ideal?

–Con Patria Querida y otros sectores políticos y los tres poderes del Estado construi­mos el acuerdo del 2003/4. Aunque no lo crean, esa fue la base del desarrollo de estos 15 años, lo mejor que ha pasado en Paraguay en el último siglo. Hicimos muchas cosas, pero la principal fue bajar los impuestos y facilitar la for­malización. Se avanzó algo en formalización y con una tasa 2 o 3 veces menor se recaudó 400 o 500 % más. Esa es una experiencia reciente que no se debe ignorar. Algunos de nuestros vecinos hicieron lo contrario y destrozaron sus países.

Desde aquel acuerdo, los tres poderes del Estado se comprometieron a la reforma de la administración pública, a mejorar la calidad del gasto y todo lo demás. Ninguno de ellos cumplió nada. Pasaron 15 años y lo único que logra­mos fue que recauden más cada año para mantener la fiesta, financiar la ineptitud, la politiquería y las corrup­ciones de todo tipo, forma y tamaño. Uno de los mayores logros de aquella reforma fue la deductibilidad de las inver­siones, la que animó a miles de personas a reinvertir sus ahorros en sus empresas o en otras empresas. Esa fue la causa del milagro de cre­cimiento sostenido que con tanto orgullo nuestras auto­ridades muestran cuando recorren el mundo. Ahora, inexplicablemente, quieren interrumpir lo que funcionó. Sería un sacrilegio.

–¿Cómo ve el desempeño de Mario Abdo en estos prime­ros meses del año?

–Era fácil imaginar cómo sería este gobierno. Car­tes eligió a quienes quiso y Mario Abdo eligió algunos, pero más bien tuvo que arre­glarse para unir a quienes Cartes no había elegido y a todos los demás para com­petir electoralmente con posibilidades. Eso no es fácil. Tiene una gran capacidad de diálogo y concertación y eso es muy valioso. Tampoco tengo duda alguna de que la política real del Paraguay de hoy le habrá obligado a cami­nar por la cuneta en algunos casos. Lidiar con lo que tiene que lidiar para mantener su fuerza política no es vyrorei. Le compadezco y le deseo la mejor de las suertes, por el bien del Paraguay.

–Hay muchas negociacio­nes políticas, la Contralo­ría, la CSJ, la Defensoría General y, además, se ave­cinan las elecciones muni­cipales. ¿Las elecciones podrían ser un freno para atender los problemas de fondo del país?

–Sin duda, sean o no tiempos electorales, todas las acti­vidades del sector público están siempre vinculadas a las próximas elecciones, aunque estas sean dentro de varios años. Y por eso el sec­tor público es tan ineficiente. Porque su objetivo no es el servicio al ciudadano, sino la victoria electoral. Y eso no tiene solución a corto plazo. Por eso yo recomiendo por lo menos control de daños: cuanto menos Estado, mejor.

–Por otro lado, ¿cómo está viendo la gestión de Mario Ferreiro en Asunción?

–Mario es mi amigo. Yo diría que Mario es uno de los polí­ticos más “queribles” hoy. Es difícil enojarse con él. Pero, lo siento, el desempeño de la municipalidad es muy malo.

–¿Cree que Asunción seguirá en manos de un movimiento o partido que no sea el colorado?

–En la mayoría de los casos los colorados no solo han demos­trado más capacidad electo­ral, sin gobiernos ejecutivos menos malos, con honrosas excepciones como Encarna­ción. Asunción es una ciudad muy difícil. Debería ganar el Partido Colorado a no ser que le pifien muy grande a su can­didato. La oposición también podría conseguir alguna per­sona brillante para la candi­datura y competir electoral­mente con posibilidades, pero la concertación para gobernar después de ganar es terrible­mente difícil.

PERFIL

PEDRO NICOLÁS MARÍA FADUL NIELLA

Nacionalidad: Paraguaya

Edad: 65 años (Asunción, 6 de diciembre de 1953)

Profesión: Empresario y político

Estudios: Licenciado en Ciencias Contables (Univer­sidad Católica de Asunción)

Máster en Administración de Empresas (North Texas State University EEUU)

Profesor de la Carrera de Administración de Empre­sas (Universidad Cató­lica de Asunción). Espe­cialización en producción, microempresas, coopera­tivas.

Trayectoria empresarial: Fundador y ex director de una empresa financiera. Presidente de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC). Miembro Funda­dor de Fundación Dequení. Fundador de Fundación en Alianza. Fundador de Fundación Pa’i Puku, en el Chaco paraguayo. Miembro del Directorio de Paraguay Jaipotáva.

Trayectoria política: Can­didato a la Presidencia de la República en los años 2003 y 2008 por el movimiento (actualmente Partido) Patria Querida.

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