- POR JORGE TORRES ROMERO
Alegando la necesidad de contar “en la brevedad posible” con la provisión de los equipamientos para el suministro, instalación y ampliación de la red nacional de fibra óptica, el Ministerio de Tecnologías de la Información y la Comunicación (Mitic), a cargo de Alejandro Peralta Vierci, adjudicó, firmó el contrato y ya realizó el primer desembolso en el llamado a licitación pública (Subasta a la Baja Electrónica-SBE) en un cuestionado proceso en que -según denuncia de un proveedor- se confeccionó el pliego de bases y condiciones para favorecer a una empresa, puesto que se exigía la provisión de bienes específicamente de la marca Huawei, lo que atenta contra la libre competencia y, en definitiva, en violación a la Ley 2051 de Contrataciones Públicas.
La licitación fue adjudicada el pasado 18 de diciembre de 2018, según Resolución Mitic N° 069 a la empresa Celexx SA, por un monto total de G. 71.820 millones, unos US$ 12 millones. La otra oferente, SSD SRL, había ofertado el suministro por G. 71.840 millones. La adjudicación se dio a conocer el mismo día en que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) comunicó la finalización del proceso de investigación y el desistimiento de la protesta promovida por la firma Bullers SA, contra el pliego de bases y condiciones.
En su descargo a la protesta para justificar la adquisición, la convocante había argumentado entre otros puntos que los bienes de Ande y Copaco son de la marca Huawei, lo que condicionaba la compra, teniendo en cuenta que la telefónica estatal tiene 180.000 km de fibra óptica, Ande otros 120.000 km, la cartera del Interior 200 km y Hacienda 74 km.
“Se requiere asegurar la completa compatibilidad, la calidad, el rendimiento y no perder funcionalidad. También el personal técnico de las instituciones que realiza el soporte y mantenimiento de esa infraestructura ha sido capacitado ampliamente en la administración y configuración, conociendo los pormenores de su funcionamiento”, señalaba una parte del escrito.
SIN ARGUMENTOS TÉCNICOS
Sin embargo, según la empresa denunciante, la completa compatibilidad, la calidad y el rendimiento se pueden alcanzar con cualquier otra marca, siempre y cuando se establezcan criterios adecuados de integración, por lo que esto no debería ser exclusividad de una sola marca.
Agrega que la justificación del Mitic carece de argumentos técnicos y por tan solo dos ítems que representan menos del 2% del proyecto, se terminó por adjudicar el 100% a una sola marca, en este caso Huawei.
En otra parte de la denuncia, señalan que las especificaciones técnicas del llamado a licitación “evidencian un direccionamiento”, lo cual limitaba la participación y en consecuencia la posibilidad de obtener mejores ofertas en la adquisición para el Estado.
A su vez, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones (Sinattel) también se pronunció en contra del proyecto, puesto que, según sus dirigentes, se perderían los 180.000 km de la red de fibra óptica de la estatal. Los trabajadores de la Copaco amenazaron con ir a una huelga si el Mitic o cualquier empresa privada pretende administrar su red.
YA SE ADJUDICÓ Y PAGÓ EL ANTICIPO
Todos estos argumentos quedaron en la nada al concretarse finalmente la adjudicación y firma del contrato respectivo. En la página de la DNCP, se observa que luego de comunicada la adjudicación a los demás oferentes, el 18 de diciembre, había una premura para efectuar el primer desembolso de G. 14.400 millones, de los G. 71.820 millones adjudicados, por lo que la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC) remitió una nota al director Nacional de Contrataciones Públicas, abogado Pablo Seitz, a fin de solicitar la aprobación y emisión del Código de Contratación para comprometer los recursos correspondientes, lo cual ocurrió en fecha 22 de diciembre de 2018.
El desembolso, según las documentaciones del llamado, se concretó finalmente el pasado 16 de enero de 2019. De esta manera se concretó un millonario negocio cuyo contrato plurianual será financiado con recursos provenientes del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide).