El Gobierno paraguayo tomó la drástica decisión de romper todas las relaciones diplomáticas con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, luego de que Nicolás Maduro asuma por segunda vez la presidencia del país caribeño. En una conferencia de prensa, el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, con una postura firme salió a comunicar la decisión adoptada, acompañado por el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, integrantes de su gabinete y otras autoridades.
“El Gobierno de la República del Paraguay, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y de la soberanía nacional, adopta hoy la decisión de romper relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela. En ese sentido, he dispuesto el cierre de nuestra embajada y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado ante dicho país”, comunicó el mandatario.
El Presidente argumentó que esta decisión se fundamenta en el no reconocimiento del nuevo mandato presidencial de Nicolás Maduro, por ser el resultado de un proceso electoral ilegítimo, que se celebró en mayo del 2018. Asimismo, señaló que la decisión de no reconocer el nuevo mandato se dio el pasado 4 de enero en la reunión de los países que integran el Grupo de Lima, en Perú.
“El Gobierno de Paraguay, juntamente con otros 12 Estados, adoptó la declaración ministerial del Grupo de Lima. En esta declaración se determinó el no reconocimiento del nuevo mandato presidencial del señor Nicolás Maduro por ser el resultado de un proceso electoral ilegítimo”, sentenció el presidente de la República. Así mismo, mencionó que cuando asumió el gobierno el pasado 15 de agosto, señaló que Paraguay promoverá la institucionalidad y los valores democráticos dentro y fuera del país.
SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO VENEZOLANO
Por otra parte, también se dirigió al pueblo venezolano, al que expresó su solidaridad, lamentando el sufrimiento y carencias que sufren. Invitó a la reflexión sobre el daño que producen los procesos de integración basados en proyectos ideológicos radicalizados. “Ojalá esto nos sirva para reflexionar que los procesos de integración no pueden estar subordinados a proyectos ideológicos. La integración es un camino en el que a través de la complementariedad, de los intereses, los pueblos tienen que trabajar para mejorar la calidad de vida de nuestro país”, aseguró.
QUIEBRE DEL 2016
Con la postura del gobierno de Mario Abdo, se rompieron las relaciones diplomáticas, que ya sufrieron un quiebre importante en el gobierno de Horacio Cartes. Igualmente, había sido convocado por la Cancillería el entonces embajador de Venezuela en Paraguay, Alfredo Murga, para aclarar este episodio.
En agosto del 2016, el entonces embajador paraguayo en Venezuela, Enrique Jara Ocampos, fue convocado por el ex canciller Eladio Loizaga tras las lamentables expresiones sobre el Gobierno paraguayo por parte de Nicolás Maduro, quien calificó al país de “corrupto y narcotraficante”. Además definió a Brasil, Argentina y Paraguay como la “Triple Alianza”, al querer suspender a Venezuela del Mercado Común del Sur (Mercosur).
Tras estas declaraciones poco diplomáticas, el Gobierno paraguayo decidió retirar la embajada paraguaya en Venezuela y la embajada de Venezuela corrió la misma suerte en Paraguay.
Pese a quiebre de relaciones, se honrará deuda con PDVSA
El pasivo se encuentra en proceso de litigio y asciende a unos US$ 300 millones, según el gobierno venezolano.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, anunció que pese a la ruptura de las relaciones diplomáticas con el gobierno de Venezuela, Paraguay honrará su deuda con Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). “Quiero aclarar que la decisión de ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela no implica que el Paraguay dejará de cumplir con su práctica habitual de honrar los compromisos que ha asumido a nivel internacional”, dijo el mandatario.
Asimismo, indicó que el Gobierno no desconoce la deuda contraída con PDVSA en función al Acuerdo de Caracas. “Esa deuda, que hoy está en un proceso de litigio, va a ser honrada por el Estado paraguayo en forma y en tiempo, y ese dinero va a servir para la reconstrucción de la democracia en Venezuela”, puntualizó en su conferencia de prensa.
El caso se encuentra a instancias de un tribunal arbitral desde el 2016, en el que Paraguay tiene todo a su favor para ganar y según los datos, de los US$ 315 millones que exige Venezuela, nuestro país reconoce US$ 280 millones. Esta deuda fue contraída por los gobiernos de Nicanor Duarte Frutos y Fernando Lugo, cuando Hugo Chávez era presidente de Venezuela.