Las facturas de las compras realizadas en los días previos al 31M son una muestra de que el candidato a la Presidencia de la República por la alianza Ganar, Efraín Alegre, autorizó la compra de decenas de litros de alcohol.
El diario La Nación accedió a documentación que revela la existencia de un plan que fue perfectamente diseñado, con la debida antelación, y ejecutado con suficientes recursos económicos para asestarle un golpe al sistema democrático paraguayo.
Al mirar las facturas con cargo al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), hace pensar que en dicha agrupación política había una intensa actividad en los días anteriores a la noche del 31 de marzo de 2017, cuando se ejecutó con precisión quirúrgica la quema del Congreso Nacional, pero previamente se creó el caos en las calles por violentos militantes azules, con el apoyo de barrabravas alquilados, para justificar el atropello.
OPERACIÓN MOLOTOV
La documentación obtenida nos hace imaginar a un ejército de afiliados liberales cargando, descargando, almacenando y preparando todos los pertrechos necesarios, para lo que muchos dieron en llamar la "operación molotov".
En días previos al 31M, las facturas hablan que el candidato a la Presidencia de la República por la alianza Ganar, Efraín Alegre, autorizó la compra de decenas de litros de alcohol, que posteriormente, por las palabras "milagrosas" del senador Luis Alberto Wagner, se convertirían en "vinagre" a la hora del trabajo de investigación fiscal sobre el incendio del Congreso. Asimismo, se disparó la adquisición de gasoil y nafta en comparación con otros meses.
Los fuegos artificiales formaron parte del esquema de asalto al Parlamento, en que todos vieron cómo fue utilizada la pirotecnia no solo para generar zozobra en las calles de la ciudad, sino para enfrentar a los efectivos policiales y para dispararlos a la estructura del Congreso. El PLRA adquirió más de G. 10 millones en fuegos artificiales, entre ellos la compra de "Judas Kái" a precio de oro, porque costó más de medio millón de guaraníes.
CONVOCATORIA DE ORO
La otra pata del esquema fue la coordinación para la presencia de los "patrióticos" manifestantes durante las violentas jornadas del 31M. Efraín Alegre pagó por enviar 438.000 mensajes de texto a sus afiliados y por otros 2.000 mensajes de WhatsApp para los dirigentes cerca de G. 9.500.000 guaraníes. Resulta onerosa la cantidad si consideramos que la mensajería masiva por WhatsApp es prácticamente gratuita.
En una de las facturas pagadas a la empresa "Datos" (propiedad del encuestador del PLRA, Fabián Martí), para el envío de mensajes a la militancia del PLRA, señala claramente que se paga por difundir mensajes masivos con el título "Atropello al Congreso Nacional".
LA LOGÍSTICA, A PUNTO
La convocatoria a miles de afiliados del PLRA para atropellar el Congreso también demandó el pago de más de G. 75 millones a diversas empresas de transporte del país, para que trasladen a los militantes hasta Asunción y posteriormente lo retornen a sus ciudades de origen.
El día anterior al 31M se pagó por la compra de 1.450 banderas con palos la cifra de G. 15.600.000; además, G. 4.000.000 por la elaboración de 100 pasacalles que pudieron ser observados colgados en diferentes puntos de la ciudad y el país.
El PLRA también utilizó más de G. 9.000.000 de sus fondos partidarios para alquilar sistemas de audio, fijo y móvil, con los que durante toda la jornada del 31M incitaron a la violencia. En tanto que la producción audiovisual, el alquiler de pantallas gigantes y proyectores, así como la compra de televisores LED le demandaron un pago que rondó los G. 11.500.000.
La ciudadanía demanda una explicación
Atropello al Congreso Nacional se habría ejecutado con dinero de los contribuyentes.
El candidato presidencial por la alianza Ganar, Efraín Alegre, debe aclarar si derrochó los fondos de los aportes y subsidio electoral que recibió el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en el financiamiento de toda la planificación y ejecución del atropello al Congreso Nacional.
Los rabiosos opositores que propinaron un golpe a la República y atropellaron e incendiaron el Congreso Nacional, símbolo de la democracia paraguaya, aún no brindaron una explicación cierta a la ciudadanía sobre su actuación. Se refugiaron en la figura manipuladora de la victimización; eludieron asumir su responsabilidad en los violentos y trágicos sucesos del pasado 31 de marzo de 2017.
La documentación hace caer las caretas de quienes aseguraron que se organizaron marchas pacíficas, que el pueblo se autoconvocó para "defender la democracia", o que había "vinagre" y no líquidos inflamables en las botellas encontradas en el PLRA. Las facturas revelan con nitidez que la violencia se planificó con fría anticipación.
A casi un año de los violentos y trágicos sucesos del pasado 31 de marzo de 2017, es innegable que las cuentas de los gastos incurridos por la dirigencia liberal guardaban una intención pirómana.
PAPEL DE LA JUSTICIA
Corresponde a la Justicia clarificar las evidencias sobre el derroche de dinero de los fondos del PLRA durante las jornadas de marzo pasado. Debe determinar la fuente de dichos recursos, sobre todo si consideramos que la principal fuente de ingreso de las organizaciones partidarias son los recursos que les entrega el Estado en concepto de subsidio y aportes anuales.