- Por Lourdes Torres, lourdes.torres@nacionmedia.com.
Paraguay fue anfitrión del 180.° Período Ordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que se desarrolló en Asunción, del 22 al 26 de setiembre. En un balance de lo que ha dejado esta actividad internacional, el juez paraguayo Diego Moreno destacó la relevancia histórica y simbólica de que el tribunal interamericano sesione nuevamente en el país, a 20 años de la primera visita.
En una charla con La Nación/Nación Media, Moreno señaló que este encuentro no debe quedarse en gestos protocolares, sino convertirse en una oportunidad para que el Estado paraguayo asuma acciones concretas en favor de las víctimas del sistema, refuerce el cumplimiento de las sentencias y fortalezca la democracia y el Estado de derecho.
Recordó que una sentencia que no se cumple es una sentencia que no repara a las víctimas, que no logra evitar futuras violaciones y que no hace justicia en el plano de la realidad.
- ¿Qué impacto tiene el desarrollo de las sesiones de la Corte IDH por fuera de su país sede?
Tiene un impacto muy grande; la Corte IDH es un tribunal que, desde hace varios años, tomó la decisión de sesionar, siempre que sea posible (lo que por lo general se da dos veces al año), fuera de su sede, que es la ciudad de San José, en Costa Rica.
La primera visita fuera de la sede se dio precisamente hace 20 años, y Paraguay fue el primer país en el que la Corte IDH celebró un período de sesiones fuera de San José. Estas visitas permiten dar a conocer el trabajo del Tribunal, acercar a la Corte IDH a la gente de cada país, mantener audiencias de supervisión de cumplimiento de sentencias pendientes en cada país, llevar a cabo seminarios de divulgación y otros eventos que hacen a la labor de la Corte IDH.
- ¿Nos puede recordar cuántas veces ya sesionaron fuera de Costa Rica y cuántas veces en Paraguay?
En Paraguay, esta es la tercera vez. La primera fue en 2005, hace 20 años; la segunda, si mal no recuerdo, en 2014, y ahora, 20 años después de aquella primera sesión, volvemos a sesionar acá. Por eso es que esta visita ha resultado tan simbólica.
- ¿Qué relevancia tiene que la Corte IDH realice su periodo de sesiones en Paraguay?
Tiene una enorme relevancia. En primer lugar, con esta invitación, el Estado paraguayo, con todos los desafíos y hasta las críticas que puedan hacerse, exterioriza un gesto importante que consiste en invitar a la Corte IDH a sesionar acá.
La Corte IDH visita los países por invitación de los propios Estados, y este es un gesto que hay que destacar. Ahora bien, no todo puede quedar en gestos. Esta debe ser una ocasión para que el Estado adopte acciones concretas que evidencien un compromiso con las víctimas del sistema, con el cumplimiento íntegro de las sentencias y con generar condiciones más propicias para la promoción y protección de las libertades fundamentales en el país. Ahí tenemos desafíos enormes.
- ¿Cómo evalúa usted el desarrollo de las distintas actividades que se están llevando adelante en el país?
Las evalúo de forma muy positiva. Hubo un esfuerzo muy grande de distintos actores locales que tuvieron que realizar un enorme trabajo de coordinación y articulación con la Secretaría de la Corte IDH para que todo saliera de la mejor manera posible. Percibo que mis colegas, jueces y juezas, y todo el personal de la Corte IDH están muy contentos, porque sienten la hospitalidad y el cariño del pueblo paraguayo.
También hubo un espacio de diálogo con la sociedad civil, en el que algunos actores pudieron dar a conocer sus reclamos; reuniones protocolares y de trabajo con distintas autoridades, audiencias públicas, deliberaciones, etc. En fin, ha sido un periodo muy movido y con mucho trabajo, pero enormemente productivo. Mucha gente a nivel local, en coordinación con la Secretaría de la Corte IDH, se ha esmerado muchísimo para que esto sea un éxito.
Compromiso del Estado
- ¿Qué opinión tiene sobre las relaciones del Gobierno de Paraguay con la Corte IDH?
Creo que la relación entre Paraguay y la Corte IDH se tiene que fortalecer día a día. Somos parte de la Convención Americana desde 1989, y en el año 1993 reconocimos la competencia de la Corte IDH, decididos a dejar atrás un pasado de violaciones graves y sistemáticas a los derechos, aunque, por supuesto, los retos persisten.
Pero somos parte de la OEA desde mucho antes, desde su fundación formal en 1948, e incluso desde las primeras conferencias americanas de fines del siglo XIX. Estos vínculos se tienen que fortalecer con acciones concretas que evidencien un compromiso de nuestro Estado y de nuestra sociedad con la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos.
Considero muy positivo el gesto del Gobierno de invitar a la Corte IDH a sesionar en nuestro país, pero ese gesto, por supuesto, se tiene que complementar con acciones concretas en favor de las víctimas y del fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho.
- ¿Cuáles son los desafíos que usted ve como miembro de la Corte IDH?
Hay varios desafíos. Creo que colectivamente todos los pueblos de las Américas debemos seguir trabajando para fortalecer el sistema interamericano de protección de derechos humanos como una instancia coadyuvante para construir mejores instituciones democráticas, que tengan siempre como principio rector el respeto irrestricto de la dignidad humana.
- ¿Cómo ve a Paraguay en materia de cumplimiento de las sentencias que ha emitido la Corte IDH?
He expresado públicamente mi preocupación e interés, como ciudadano (no solo como juez), de que no solo Paraguay, sino todos los países, cumplan a cabalidad las sentencias de la Corte IDH. Pero ya harán mis colegas las evaluaciones del caso sobre los avances y desafíos que aún persisten a nivel nacional, en razón de que yo no puedo intervenir en casos contra el Estado paraguayo, ni siquiera en instancia de supervisión de cumplimiento de sentencias.
Lo que sí le puedo decir, a nivel regional, es que, si bien tenemos avances importantes, debemos seguir trabajando de forma colectiva para lograr el pleno cumplimiento de todas las sentencias de la Corte IDH en todos los países de la región. Una sentencia que no se cumple es una sentencia que no repara a las víctimas, que no logra evitar futuras violaciones y que no hace justicia en el plano de la realidad.
“Una responsabilidad enorme”
- ¿Cuál es su expectativa con respecto a los resultados que pueda tener esta edición en Paraguay?
Altas. Estoy muy contento porque se hizo un gran esfuerzo para poder trabajar de buena manera y mostrar que en Paraguay se pueden hacer bien las cosas. Quiero agradecer a todas las instituciones y personas que se esforzaron tanto para que la Corte IDH pudiese sesionar en Paraguay.
- ¿Algún aspecto o detalle que usted quiera mencionar o destacar sobre su gestión como ministro de la Corte IDH?
Solamente mantener el compromiso firme que asumí ante los Estados que forman parte de la Convención, y ante la opinión pública interamericana, de que voy a dejar hasta la última gota de sudor para trabajar porque los Estados cumplan con sus obligaciones internacionalmente contraídas en materia de derechos humanos, y que se proteja siempre a las víctimas.
De paso, me gustaría dejar el nombre de mi país en alto, haciendo el mejor trabajo posible como juez de nacionalidad paraguaya. Aunque no represente a mi país, porque el cargo lo ejerzo a título personal, no por eso dejo de ser el juez nacional de Paraguay en la Corte IDH, y eso constituye un estímulo y una responsabilidad enorme.

