Todos los años la deserción escolar va dejando fuera a una parte importante de la niñez y adolescencia paraguaya, especialmente porque viven en situación de pobreza y deben ayudar a sus padres para el sustento familiar. Otras razones, como el embarazo adolescente o la falta de una institución educativa en las cercanías también son causales de la alta deserción escolar, especialmente la juvenil.

“De cada 100 personas que viven en el país, 26 comenzaron las clases. Pero solo el 80% comenzó las clases”, dijo Aníbal Cabrera, en comunicación con Radio 1000 A.M.

Datos oficiales del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), indica que alrededor de 1.227.800 alumnos debían volver a las aulas para continuar con sus estudios. Sin embargo, se estima que solo el 80% de ellos regresaron a las instituciones educativas, y que el 20% de los niños, niñas y adolescentes desertaron.

La tasa de retención a nivel nacional es del 47.1, mientras que la tasa de egreso es del 45.4. Entre los departamentos que tienen un mayor número de abandono de las aulas están San Pedro, Caazapá, Itapúa y Alto Paraguay, según los datos oficiales.

DESIGUALDAD

Además de la pobreza, existen otras variables que hacen a la expulsión de los alumnos del sistema educativo, como por ejemplo, que no tienen escuelas o colegios cerca de sus casas. Esto les obliga a caminar varios kilómetros para llegar hasta una institución educativa. “Muchas veces no tienen una escuela cerca y tienen que caminar mucho. Entre los adolescentes, la falta de una institución de educación media hace que dejen el sistema educativo”, sostuvo.

Los datos oficiales indican que en la Educación Escolar Básica hay 976.875 alumnos; en la Educación Media no específica 247.213 estudiantes y solo 4.611 adolescentes acceden a un colegio técnico. La matrícula en el sector urbano es de 992.966 y en el rural 488.488, distribuidos en 9.967 instituciones, de los cuales, 8.565 son del sector oficial, 3.802 están en áreas urbanas y 6.165 en zonas rurales.

La pobreza en varios departamentos obliga a muchos niños, niñas y adolescentes que viven en situación de vulnerabilidad a salir a trabajar. “Hay un ciclo de desigualdad y exclusión afecta”, subrayó.

Según los datos del CDIA, de cada 10 personas que ingresa al sistema educativo, sólo 4 termina los 12 años de estudio. “El 60% se quedó por el camino. Son personas que no pueden calificar para un empleo digno, que no podrán salir de la pobreza”, advirtió.

El embarazo adolescentes es una de las principales causas que obliga a las niñas y adolescentes a dejar la escuela y o el colegio. De acuerdo a los registros del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, al año se dan 20.000 nacimientos, cuyas madres son menores de 19 años.

“El sistema educativo no está preparado para acompañar a las chicas. Son discriminadas en las escuelas. Una directora o maestra les dice que no vayan a la escuela porque son mal ejemplo porque se han embarazado”, lamentó Cabrera.

“El 60% se quedó por el camino. Son personas que no pueden calificar para un empleo digno, que no podrán salir de la pobreza”