Tres meses después de sucedido el hecho, la pericia forense confirmó que la beba de 1 año que supuestamente fue abusada por su padre, en realidad había muerto por una infección.

El hecho ocurrió el 13 de marzo pasado en la ciudad de Capiatá, donde la beba termina falleciendo en el Hospital Materno Infantil de esa ciudad. De acuerdo al dato preliminar de los médicos en aquel entonces, se sospechaba que la nena había sido abusada sexualmente.

A raíz de ellos, intervino el Ministerio Público con una exhaustiva investigación, según informó Canal 13.

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Finalmente, la autopsia practicada comprobó que la niña nunca fue abusada. El fiscal Blas Imas explicó que el informe patológico de la autopsia realizada, detectó una grave infección por un germen mortal.

Señaló que los médicos cumplieron con todos los protocolos, pero la infección la mató en contadas horas por síntomas propios de la enfermedad.

Según los datos, la afección que padecía la beba se denominada fascitis necrosante, cuyos síntomas se dejan ver a través de los tejidos subcutáneos.

La fascitis necrosante es una infección aguda que se extiende por el tejido celular subcutáneo y la fascia, produciendo una rápida necrosis tisular, con grave afección del estado general. De acuerdo a los distintos sitios especializados, la mortalidad global de esta infección oscila entre el 20 y el 47%.

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