En julio, el dólar rom­pió todos sus récords históricos y se ubicó en precios incluso de hace 20 años atrás. La situa­ción alborotó al mercado, y tras participación del Banco Central del Para­guay (BCP), la cotización retrocedió levemente. Sin embargo, los picos presio­naron al mercado de precios, por lo que julio terminó con una inflación, luego de tres meses deflacionarios.

Según los datos del Banco Central del Paraguay, la inflación de julio fue de 0,5%, positiva luego de 3 meses de deflación consecutivos, y acumula así todavía una deflación de 0,3% en 7 meses del 2020. Miguel Mora, eco­nomista jefe del BCP, argu­mentó que principalmente esta variación positiva en los precios se debe fuer­temente a la incidencia de suba del dólar, que presionó al mercado, y se observó en los productos importados. Sin embargo, aclaró que su impacto no fue mayor, ya que la mayor cantidad de la importación proviene de los vecinos, cuyas monedas se devaluaron mayormente frente al dólar.

El reporte presentado por la banca matriz argumenta que el resultado de la infla­ción del mes estuvo carac­terizado por una recupe­ración generalizada de los precios de consumo, habién­dose observado variaciones positivas leves en casi todas las agrupaciones del índice, destacándose las subas de precios verificadas en ali­mentos, bienes duraderos y algunos servicios de la canasta.

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“Los bienes durables de la canasta registraron subas de precios, en especial en aque­llos rubros de origen impor­tado. En este grupo desta­can los aumentos de precios de los computadores perso­nales, autovehículos y elec­trodomésticos para el hogar. Este comportamiento está explicado en gran medida por el aumento del tipo de cambio guaraní/dólar nor­teamericano observado en el transcurso del mes”, destaca.

Agregó que lo que se vio es aumento en aquellos bie­nes que tienen más relación con el comportamiento del dólar, como los bienes dura­bles, que en el mes tuvieron un aumento del 1,8%. Si bien, toda la sección de bie­nes importados se considera que tiene el 27% de inciden­cia dentro de la canasta, tuvo una variación del 0,7%.

“Esto porque hay varios pro­ductos que son importados de la región, como Brasil y Argentina. En estos países se vieron depreciaciones importantes, como es el caso del real brasileño, que acu­mula una pérdida de 36% y el peso argentino, 64% en términos interanuales. En el caso de Paraguay, el gua­raní perdió 15% de valor. Eso quiere decir que, bilateral­mente, estamos observando una apreciación del guaraní frente al real y al peso argen­tino, lo que tiene mucha rele­vancia para los precios, que se traduce en un abarata­miento frente a los produc­tos paraguayos. Es decir, a pesar de la apreciación del 15%, los efectos son bastante acotados”, especificó.

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