Acercamos una nueva entrega de Emprendedores LN, hoy con la esencia de una joven emprendedora nata que desde hace casi 10 años, cuando aún era una niña de 11 años, empezó a plasmar su arte, en aquel entonces con manualidades, y ahora ya abocada al mundo de la pastelería con Manitas Artesanas.

Se trata de María Belén Vaesken Tribucio, de 20 años, quien lleva al frente su emprendimiento, actualmente dedicado a la elaboración y venta de postres, tortas, canastas de desayuno, dulces y cajas pintadas con la técnica artística del decoupage, dándole al cliente la opción de personalizar su pedido. Se pueden ver todas las opciones en sus redes Manitas Artesanas en Facebook y @manitasartesanaspy en Instagram.

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“El emprendimiento surgió en el 2011, en aquel entonces me gustaba realizar manualidades como bijouterie y cajitas pintadas, y ya decidimos buscar un diseño que represente a la marca para poder registrarla. Así nació Manitas Artesanas, hoy ya una mipyme con marca registrada”, inició contando la joven emprendedora.

En el 2020, además de las cajas pintadas y personalizadas artísticamente, incorporó a Manitas Artesanas lo que son las tortas y postres, ya que Belén, como más la llaman, no solo pinta, sino también estudia tecnicatura superior en alta pastelería en el instituto de gastronomía IGA Paraguay.

Pero ella no piensa solo en el ahora, ya que tiene bien establecida su meta, tener un local propio en un futuro y lograr ser exitosa en el mercado local y, por qué no, también a nivel internacional, para lo cual también está cursando a la vez la carrera de administración de empresas en la Universidad Americana.

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En cuanto a la variedad de productos con que cuenta actualmente, en la gama de pastelería ofrece postres, dulces y tortas innovadoras, muchas de ellas creadas por ellos mismos o incorporados de otros países.

Es así que en Manitas Artesanas se puede encontrar tortas y postres como la chocondesa, marquise tradicional, marquise de chocolate blanco, red velvet cake, torta tres leches & praliné, lemon pie tradicional, pastafrolas (de chocolate y dulce de leche, de chocolate y Nutella y de dulce de guayaba), los cheesecakes de frutos rojos, de oreo, de café. También tiramisú, torta brownie & dulce de leche, tarta dulce de moras, bollo de leche Ninho, pavés, alfajores marplatenses, bombones gourmet, entre otros más.

Los precios varían acorde al tamaño e ingredientes del producto, como, por ejemplo, un alfajor marplatense de dulce de leche cuesta G. 8 mil, si es de Nutella cuesta G. 11 mil. En tanto que un kilo de red velvet cake cuesta G. 100 mil, un kilo y medio cuesta G. 130 mil, y el de dos kilos queda a G. 160 mil.

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Lo interesante de Manitas Artesanas es que el cliente tiene la opción de personalizar su pedido, ya sea una cajita o bandejas pintadas con decoupage, que consiste en decorar superficies de todo tipo con imágenes de papel o de tela recortadas fijadas a la superficie que se quiera decorar con un barniz, por lo que se puede elegir los diseños.

Así también, se puede optar por una cajita, pintada o no, con postres a elegir, una canasta de desayuno para cumple con todo lo que le gusta al cumpleañero o agasajado, que puede incluir hasta fotos o lo que el cliente pida.

Es por eso que el emprendimiento está dirigido a todas las personas que quieran disfrutar de un delicioso postre u obsequiar algo especial, ya que se pueden personalizar todas las opciones, mencionó Belén.

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Y siendo aún tan joven en un emprendimiento, a Belén evidentemente la pandemia también afectó, ya que tenía muchas actividades e ideas pendientes por desarrollar que tuvieron que esperar. Lo complicado para ella era salir a comprar los insumos durante la cuarentena total y llegar a los clientes, pero ella supo sortear la situación y se enfocó en lo que sí se podía.

“Teníamos miedo de que la gente no compre por el aislamiento. Entonces, decidimos enfocarnos en la elaboración de regalos personalizados para las fechas especiales. Y así, siempre buscamos incorporar cosas nuevas e innovadoras en nuestro emprendimiento”, expresó.

Como siempre, consultamos a nuestros emprendedores sobre qué tan difícil es emprender en Paraguay y si encontraron herramientas que pudieran facilitarlo. María Belén, a sus 20 años, aseveró que de hecho sí es difícil hacerlo aquí.

“Es difícil por un lado por la burocracia gubernamental que enlentece todos los procesos de formalización de emprendimientos y el acceso a recursos para desarrollar la marca y los productos. Y por otro lado, muchas veces la gente no valora el trabajo o le parece caro, y por tanto prefiere comprar productos más baratos o de menor calidad”, asintió.

No obstante, lo más difícil de emprender para ella fue la disponibilidad de tiempo y su corta edad al iniciar este camino, ya que en el 2011 tenía tan solo 11 años. Aun así, ya logró participar con sus productos en ferias de emprendedores, como la feria navideña de la Alianza Francesa, acotó

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Puso en contexto casos de que muchas veces las personas creen que cocinar una torta es mezclar todos los ingredientes y llevarla al horno, lo cual no es así de fácil. “Si fuera tan fácil, no existiríamos los pasteleros”, recalcó.

Es así como pastelera, explicó que al realizar una torta existen diversas técnicas para realizar un bizcochuelo, como el método directo, biscuit o genoise. Se debe tener en cuenta la temperatura y el tiempo de cocción, que varían acorde a la altura de la torta.

El relleno de la torta es otro apartado, debe tener cierta consistencia antes de rellenar (si es un mousse, por ejemplo), y deben cuidarse y tener en cuenta todas las normas de seguridad e higiene.

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Mencionó que en muchas pastelerías se venden tortas con merengue suizo que es sin cocción, siendo que el único bromatológicamente permitido o el que puede consumirse crudo, ya que no tiene riesgo de contraer salmonella, es el merengue italiano.

Como proyecto, la expectativa del emprendimiento es seguir creciendo, llegar a la mayor cantidad de personas, que como ya lo mencionó más arriba, tiene el sueño de montar un local propio.

“Mucha gente cree que ya tenemos local, cuando nos preguntan explicamos que aún no, pero que de igual modo pueden pasar a buscar sus pedidos en mi domicilio, que es donde preparo todo y mi familia es la que me ayuda. Estamos en el barrio Seminario, en Asunción”, indicó Belén.

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Y para despedirse de los lectores, María Belén quiso aportar algo de lo que aprendió en su ya una década de trayectoria, que si bien, como todos los emprendimientos, es como una montaña rusa, ya que tiene sus altas y bajas, animó a los emprendedores a no desanimarse.

“Habrá días y épocas del año en que habrá más ventas que en otras fechas, pero mi consejo es que no se desanimen, emprender no es fácil al comienzo, pero luego rinde sus frutos”, subrayó.