El economista y exministro de Hacienda Manuel Ferreira compartió esta mañana una evaluación acerca del avance, ejecución y composición del anhelado plan de reactivación económica lanzado por el Gobierno para afrontar los efectos de la pandemia del COVID-19 y puso en contexto la problemática de la población mayoritaria, consistente en la microeconomía, de la que no se tiene estadística precisa, por lo que no se puede contar el problema real de fondo que trajo consigo la pandemia.

Al respecto, sobre el bajo nivel de importancia en el debate público de la economía en medio de una situación muy complicada, cree que no existe una conciencia real de los problemas y de todo lo que está sucediendo, por un lado porque la estadística del país es bastante limitada a lo macro y no se centra en la micro; es decir, no se están viendo situaciones más globales que son las que impactan.

Cerca del 90% de las empresas paraguayas son mipymes, comprendidas en mayor proporción por microempresas que no están formalizadas. Foto: Nadia Monges.

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“Creo que hay regularidades que de repente son complicadas de observar, pero no significa que no existan, una de ellas es la situación compleja a nivel de deuda que existen en ciertas empresas porque sabemos que la mayor parte de los empleados pertenece a las mipymes, sobre todo las micro, y gran parte de ellas también son empresas familiares, por lo que la situación se vuelve más compleja”, expresó en contacto con Universo 970 AM.

Esto, teniendo en cuenta que el país presenta una caída de la demanda porque se sale menos, se compra menos, lo cual hace que las empresas tengan que ajustarse y la gran pregunta es cómo hacerlo al vender menos para una mipymes que para una empresa más grande, ya que generalmente lo que se hace es ajustarse con los empleados, despidiendo gente para tratar de reducir su costo.

Empresas familiares, cómo enfrentan

Pero qué pasa cuando se trata de una empresa familiar donde los propios hijos y parientes son los colaboradores, no se puede ajustar por ese lado, no se puede despedir, entonces lo que esta firma puede hacer es dejar de pagar deudas, con lo que se va ajustar por el lado financiero, según Ferreira. En ese sentido, explicó que gran parte de este impacto se va a notar o repercutir en el financiamiento, en la morosidad, en los defaults que puedan existir, que luego se va a notar en los indicadores del Banco Central, pero en este punto hay que tener en cuenta que gran parte de estas empresas pequeñas o familiares no están formalizadas o en el sistema bancario.

En gran proporción, las empresas paraguayas son familiares, que al no poder despedir a los miembros, dejan de honrar sus compromisos. Foto: Archivo.

De la población económicamente activa de Paraguay, unos 3,6 millones, se estimó que solo 700 mil personas están en el sistema bancario, por lo que no es un buen indicador, a lo que se sumó que muchísima gente también estará ingresando a Informconf, pero estos datos son privados, por lo tanto precisó que no se están viendo los eventos micro que son los que están impactando.

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En dicho sentido, Ferreira señaló otra situación en la que muchas de las personas que son informales o que perdieron su empleo es muy probable que hayan regresado al interior porque ahí pueden encontrar aún alimento y vivienda, ya que muchos de los paraguayos todavía tienen vínculos con el campo y con familiares. Esto se convierte en una estrategia de defensa, pero no hay un indicador que devele cuánta gente volvió o se quedó, por lo que, en conclusión, no se tiene una percepción clara de lo que realmente se está viviendo a nivel económico.

Faltan medidas acertadas

“Por todo esto, sabemos que hay un problema, pero como una ebullición que no se nota, y posiblemente no se note hasta que explote, tal como ocurrió en la frontera, que nadie se dio cuenta hasta que se dieron las protestas, y son solo algunos ejemplos de los problemas que estoy viendo y no se toman realmente medidas acertadas para el efecto”, puntualizó.

Sobre el avance del plan de reactivación económica, que una parte necesita aprobación del Parlamento y otra parte del plan que no necesita aprobación como lo es el programa Pytyvõ 2.0, que ya está encaminado y en ejecución, por lo que la situación es un poco mixta por llamarla de alguna manera, indicó.

Consideró que si bien para el caso de Pytyvõ, si los fondos llegasen a ser insuficientes, desde Hacienda ya advirtieron que no se sabe si alcanzará para todos los pagos, con lo que se evidencia que el plan de reactivación tiene solo cierto nivel de cobertura; es decir, va a alcanzar a algunas aristas, pero no para todos, y ahí es cuando va a ser importante la decisión que tome el Parlamento.

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