Santiago, Chile. AFP.

Más de mil inmigrantes latinoamericanos llevan días pasando frío y necesidad en improvisados campamentos afuera de sus consulados en Santiago mientras esperan una solución para regresar a sus países, luego que la pandemia y la crisis económica truncaran sus sueños de prosperidad en Chile.

Con el invierno austral a las puertas, noches de temperaturas de entre 4 y 7 grados Celcius y los contagios de coronavirus en plena en expansión, la mayoría de estos trabajadores originarios de países como Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela se han organizado para cuidarse como puedan.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Entre carpas instaladas en barrios residenciales de Santiago, la colectividad boliviana y colombiana tienen líderes asignados y se toman la temperatura por grupos. Frente a la delegación de Bolivia, donde más de 300 ciudadanos piden ayuda, se instalaron lavamanos portátiles para cumplir con las medidas sanitarias que exige el momento.

La vulnerabilidad de los inmigrantes, sobre todo aquellos como los bolivianos que asumen trabajos temporales en el sector agrícola, o peruanos, colombianos y venezolanos que se empleaban en el sector de servicios y comercio, se ha agudizado sobre todo en Santiago, donde rige desde el 15 de mayo una cuarentena total que paralizó gran parte del comercio. “Una ayudita para regresarme a Venezuela”, se lee en pancartas de parejas jóvenes en semáforos y esquinas de la capital chilena, donde se ha reducido la movilidad de personas por una pandemia que suma casi 110.000 casos y roza los 1.200 muertos.

“Esta situación nos preocupa mucho. Son personas de escasos recursos que necesitan retornar a sus países y no pueden hacerlo no porque Chile no les abra las puertas, sino que porque sus países les cierran el retorno”, dijo este martes el canciller Teodoro Ribera.

Dejanos tu comentario