Washington, Estados Unidos. AFP.
Las demandas de subsidios por desempleo marcaron un nuevo récord la semana pasada en EEUU con 6,6 millones de solicitudes, en momentos en que la pandemia obliga a cerrar empresas en todo el país, informó ayer el Departamento de Trabajo.
Estos datos, al 28 de marzo, representan el doble de las peticiones registradas la semana anterior cuando 3,3 millones de trabajadores solicitaron beneficios por desempleo, lo que entonces ya marcó un récord semanal.
En EEUU, donde la epidemia se ha cobrado más de 5.000 vidas y hay más de 200.000 casos confirmados, ciudades vibrantes se han convertido en lugares fantasmas con los negocios cerrados y las calles vacías.
En este contexto en que las autoridades intentan atajar el avance del virus –que en el mundo ha dejado más de 940.000 infectados y más de 47.000 muertos–, los únicos lugares abiertos son las tiendas de comida y los hospitales.
Estas cifras de desempleo son peores que las estimaciones más sombrías de los economistas y reflejan un creciente daño a la economía estadounidense a medida que avanza la pandemia y las medidas de confinamiento son más severas.
“Casi cada estado (que reportó pedidos de subsidios por desempleo) incluyó comentarios que citaban el COVID-19”, indicó el reporte, que muestra impactos más marcados en sectores como la hotelería, pero también en la actividad manufacturera y el comercio minorista.
Estas cifras revelan la magnitud que tendrá esta crisis, ya que son las primeras desde que las medidas de confinamiento y las restricciones se hicieron más generales en el país, que pasó a tener más casos registrados en el mundo.
El miércoles el indicador ADP, que mide las nóminas en el sector privado, mostró que 27.000 empleos se perdieron en el balance entre puestos creados y puestos que se cierran, pero esta encuesta es mensual, por lo que los datos no reflejan el rápido cambio de la situación.