Washington, Estados Unidos. AFP.

Si los republicanos logran sus objetivos, el juicio político que se abrirá este martes en el Senado contra el presidente de EEUU, Donald Trump, podría cerrarse en solo 2 semanas, dejándolo como el más rápido de la historia.

El juicio a Bill Clinton en 1999 se extendió por 5 semanas y el de Andrew Johnson en 1868, 3 meses. Un juicio corto resultaría ventajoso para Trump porque le permitiría celebrar su muy probable absolución durante el discurso anual sobre el Estado de la Unión, el 4 de febrero en el Congreso.

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Los republicanos, con mayoría en el Senado, han cerrado filas en torno al magnate inmobiliario, por lo que se espera que el presidente logre eludir cargos de “abuso de poder” y “obstrucción al Congreso” que se le imputan.

Pero la partida de ajedrez que está por comenzar se anuncia bastante cerrada porque reglas de juego y orden del día fueron objeto de ardua negociación.

Hoy, en la apertura de sesión, los 100 senadores se pronunciarán sobre el tiempo asignado a presentación de acusación, a cargo de demócratas de la Cámara de Representantes, y de la defensa, que será realizada por abogados de Trump, así como la extensión prevista para preguntas de senadores cuando se desempeñen como un jurado.

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