Bogotá. Colombia. AFP.
Un hombre hizo estallar ayer un poderoso coche bomba en una academia de policía en Bogotá. Diez personas murieron, incluida una cadete ecuatoriana, y 65 quedaron heridas por este “demencial acto terrorista”, según el gobierno, que sacude a un país atascado en sus esfuerzos de paz.
El presunto responsable fue identificado por la fiscalía como José Aldemar Rojas Rodríguez, quien ingresó con una camioneta gris Nissan Patrol cargada con 80 kilos de pentolita a la Escuela de Oficiales General Francisco de Paula Santander, en el sur de la capital colombiana.
Aunque todo parece indicar que el hombre murió en el ataque, las autoridades no han confirmado su deceso o su vinculación con alguno de los grupos armados que aún operan en Colombia, financiados por el narcotráfico, tras el pacto de paz con la otrora guerrilla FARC en el 2016.
Este “demencial acto terrorista no quedará impune, los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo, siempre lo hemos derrotado, esta no será la excepción”, dijo el presidente Iván Duque en una declaración a la prensa junto con el fiscal general Néstor Humberto Martínez.
La explosión deja diez muertos y 65 heridos, según el balance oficial. Dos ecuatorianas están entre las víctimas: la cadete Erika Chicó, quien falleció, y Carolina Sanango, quien sufrió heridas leves. Las autoridades no han precisado el número exacto de uniformados muertos. El vehículo, que de acuerdo con la fiscalía había pasado por una revisión en julio del 2018 en Arauca (frontera con Venezuela), detonó en el marco de una ceremonia de ascenso de oficiales y cadetes.
Según versiones de policías, escuchadas por un reportero de la AFP en el lugar, un perro antiexplosivos detectó la carga. Al verse descubierto, Rojas aceleró y atropelló a un policía. Tres uniformados fueron detrás del vehículo antes de que, segundos después, explotara.