Los establecimientos se convirtieron en empresas productoras de carne.
–¿Cómo define el momento actual del sector ganadero?
–El sector en este momento está atravesando por una situación delicada, en vista de que los precios que está pagando la industria al productor no condicen con el precio internacional de la carne paraguaya. El productor está trabajando prácticamente al costo y esto es peligroso para toda la cadena cárnica. Hoy puede ser beneficioso para el frigorífico, pero el impacto a futuro a consecuencia de esta política puede no serlo por el simple hecho de que está haciendo que paren las inversiones en el campo y con esto podríamos tener retracción en el hato, con lo cual se quedarían sin materia prima.
–¿Cuáles son las claves para enfrentar momentos complicados?
–El productor permanentemente debe estar atento al mercado y actuar en consecuencia. La ganadería actual exige la elaboración de presupuestos y tableros de control, lo que permite tomar las correcciones en tiempo y forma de manera que el impacto de una crisis afecte lo menos posible a la estructura organizacional.
–¿Cuáles son los factores para lograr los mejores índices de producción?
–Los factores fundamentales para alcanzar los resultados deseados son, por un lado, la capacitación constante de todos los involucrados en la cadena de producción. En esa misma línea se encuentran la planificación estratégica, toma de datos y medición de los mismos, que son muy importantes para definir metas, seguirlas y corregirlas si fuere necesario. Hoy en día existe una infinidad de técnicas y estrategias que ayudan al productor a mejorar los índices productivos, tanto en los porcentajes de marcación, como en la ganancia diaria de peso de la invernada. Todo esto debe ir acompañado de personal idóneo para realizarla y una planificación de gastos e inversiones para lograr los objetivos trazados.
–¿Cuál es la visión de la ganadería moderna?
–Hoy estamos hablando de ganadería de precisión, en la que los establecimientos ganaderos se convirtieron en empresas productoras de carne y en la que cada metro cuadrado debe ser productivo. Debemos evolucionar en la toma de datos y análisis de los mismos para saber en tiempo real la situación productiva del campo para la toma de decisiones, corrección de los procesos y cumplir con los objetivos deseados. También debemos trabajar con mayor fuerza en el aumento de la trazabilidad del hato ganadero para llegar a mercados más exigentes y de mayor poder adquisitivo.
–¿Cuál es el valor de la tecnología y la transferencia del conocimiento?
–La transferencia de tecnología es fundamental para el desarrollo del sector productivo. Al igual que en los demás rubros, la actividad agropecuaria tiene una dinámica muy acelerada, en la que permanentemente se introducen técnicas y protocolos que ayudan a mejorar los índices productivos, tanto a nivel genético como de manejo. El Paraguay necesita aumentar sus índices, estamos estancados en un porcentaje de marcación que no pasa del 45% a nivel país. Aumentando esto por lo menos al 60% representaría un aumento del hato ganadero muy importante y con ello, aumento de la faena, exportación e ingreso de divisas para el país.
–¿Cuáles son los puntos fuertes de la ganadería nacional?
–Tenemos temperatura y humedad ideales para el desarrollo de gramíneas de alto valor productivo, a esto le sumamos el valor genético introducido con años de selección y manejo y obtenemos un producto de calidad superior, preparado para estar en las mejores góndolas del mercado internacional. El factor humano es preponderante a la vez y considero que es una de nuestras fortalezas, el hombre de campo en Paraguay tiene mucha experiencia y por sobre todo ganas de superarse y aprender.
–¿Cuáles son las debilidades que se tienen que vencer?
–Necesitamos mayor inversión del Gobierno Nacional en lo referente a infraestructura vial y energética. Es fundamental para la producción poder salir con nuestro producto en el momento exacto y esto sin rutas de todo tiempo se hace muy difícil. Otro factor fundamental es la apertura de más y mejores mercados para nuestra carne, ya que es muy riesgoso depender de 2 o 3 mercados en un volumen tan importante.
–¿Qué posicionamiento tiene actualmente la carne paraguaya en el mundo?
–Estamos en un momento de incertidumbre por el hecho de que uno de nuestros mayores compradores está en franco descenso de las importaciones. Rusia está impulsando a sus productores a aumentar la producción animal y con esto están comprando menos del mercado internacional.
La mayoría de nuestros vecinos están enfocados en China Continental, que está comprando tanto calidad como cantidad por lo que utilizan este gancho como piso de precio en sus negociaciones con otros países. Nosotros como no tenemos relaciones diplomáticas con China Continental no contamos con esta ventaja y las negociaciones se hacen más difíciles.