El conocido empresario don Antonio J. Vierci, quien montó un gran imperio económico sobre serias sospechas de contrabando y evasión de impuestos, también estuvo involucrado en un sonado caso de contrabando de azúcar en el 2014, cuando fue hallado en uno de los depósitos de su propiedad 160 toneladas de la citada mercadería de procedencia irregular.
El hallazgo se produjo en marzo del 2014, luego de un trabajo de inteligencia de la Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión del Contrabando (UIC), liderada por el entonces viceministro de Comercio del Ministerio de Industria, Pablo Cuevas.
El operativo se montó tras el vuelco de un camión de azúcar en Pedro Juan Caballero, desde donde se hizo un trabajo de seguimiento al cargamento de azúcar presumiblemente de contrabando y se llegó a un depósito en Itauguá, donde se encontró más de 160 toneladas de azúcar de procedencia irregular.
Según los antecedentes publicados en los medios de prensa, el cargamento fue decomisado el 10 de marzo del 2014 de los depósitos de las firmas AJ SA y Retail SA, ubicados en Itauguá, por un equipo conformado por agentes del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), de Aduanas y de la Policía contra Delitos Económicos ante la presunción de contrabando.
Sin embargo, el 31 de octubre del mismo año, el administrador aduanero de capital, Carlos Alfredo Medina, firmó la Resolución N° 263 por la cual sobreseyó a las firmas Retail SA y AJ SA del Grupo Vierci, y responsabilizó a otras cinco empresas por el ingreso de esa cantidad de edulcorante. No obstante, el ente calificó el ingreso de la mercadería como contrabando, pero responsabilizó a cinco empresas más pequeñas del hecho.
En el documento se deja constancia de que la representación fiscal pidió que la situación de la carga sea declarada en infracción aduanera de contrabando y que todas las empresas involucradas sean responsables de haber participado en el ingreso de este cargamento, incluyendo a las firmas de A.J. Vierci.
Sin embargo, el administrador Medina justifica su resolución en dos puntos fundamentales: el informe de la SET –en el que se habla de que las facturas son legales–, lo que les valdría a estas empresas para considerarlas como “compradora de buena fe” y un acuerdo y sentencia de la Corte Suprema de Justicia, de mayo de este año, en el que Aduanas perdió un caso –similar al planteado en esta causa– por supuesto contrabando, que le significó una millonaria pérdida.
Según Medina, este documento de la Corte deja un precedente peligroso, por lo que prefiere “resguardar” el patrimonio de la Dirección de Aduanas ante acciones y recursos judiciales que podrían plantearse.
Los antecedentes del caso indican además que el propio Instituto Nacional de Tecnología y Normalización (INTN) realizó en abril del 2014 un informe técnico sobre el azúcar incautado. En dicho estudio, se demostró que el producto no fue elaborado por ingenio paraguayo debido a que contenía sustancias que están prohibidas en su fabricación en nuestro país.
FÚSTER DECLARÓ QUE SE EXTRAVIÓ LA MERCADERÍA
Un año después de la incautación del cargamento de azúcar, en el 2015 el fiscal Emilio Fúster declaró que se extravió la mercadería de Vierci de los depósitos de la Administración Nacional de Navegación y Puertos, se presume que fue revendida.
“2.826 bolsas de azúcar fueron incautadas en su oportunidad (…) tuvimos la noticia de que se estaba sacando el azúcar de este lugar y nos encontramos con esta situación de que prácticamente solo encontramos 298 bolsas”, informó el fiscal Emilio Fúster en comunicación con la 650 AM, el 23 de febrero del 2015.
El agente fiscal detalló que se inició una investigación para identificar a las personas responsables de la desaparición del cargamento.
Un documento de contenido falso firmado por supuestos funcionarios de la Dirección de Aduanas fue utilizado para “respaldar” la entrega del cargamento de azúcar de contrabando.
“Encontramos también documentos que supuestamente respaldan la entrega, que fueron firmados por supuestos funcionarios de Aduanas sin el consentimiento del Ministerio Público, pero al consultar al área de recursos humanos de esa dependencia (corroboraron que) no los registran como funcionarios. Dudamos de la veracidad y la autenticidad de estos documentos”, sentenció.