Además de la confesión del banco Atlas de que no hicieron la debida diligencia ampliada sobre los contratos de fideicomisos que celebraron con Leoz por valor de US$ 6 millones, las herederas del ex mandamás del fútbol le ordenaron al banco, el 3 de abril del año pasado, la devolución de una parte de ese dinero a la Conmebol por valor de US$ 2 millones. ¿Quién en su sano juicio pide devolver dinero de origen lícito? El grupo Zuccolillo todavía retiene US$ 4 millones que pertenecen al fútbol.

  • Por Jorge Torres Romero - Cinthia Mora

El 3 de abril del año pasado, Nora Cecilia Leoz Plate de Car­dozo y María Celeste Leoz Plate de Ribeiro, hijas de Nicolás Leoz, remitieron una nota al banco Atlas, del grupo Zuccolillo, en la que solicitaron ceder todos los derechos económicos del contrato fiduciario a la Con­federación Sudamericana de Fútbol.

“Manifestamos nuestra decisión de ceder todos los derechos económicos del presente fideicomiso y con­secuentemente instruimos irrevocablemente a ustedes a transferir en fecha 15 de julio del 2020 a la Confe­deración Sudamericana de Fútbol en cuenta a nombre de dicha confederación el importe en dólares ameri­canos que resulte de con­vertir a dicha moneda el monto de capital que tota­lizan G. 8.881. 581.485…”, reza el escrito que las here­deras de Leoz remitieron al banco Atlas.

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La nota firmada por las hijas de Leoz ordenaba además la devolución de los inte­reses devengados hasta el 15 de julio del 2020, previa deducción de impuestos, honorarios del fiduciario y gastos administrativos. La orden dada por las hijas de Leoz fue recepcionada por el banco Atlas el 4 de abril del año pasado y lleva la firma de Jorge Vera Trinidad, direc­tor titular del banco de los Zuccolillo.

LOS CONTRATOS DE FIDEICOMISO

Los contratos de fideico­miso fueron celebrados el 11 de febrero del 2016 entre el banco Atlas y Nicolás Leoz. El objeto de ambos acuerdos era, inicialmente, mantener la integridad de estos pro­ductos financieros, generar intereses y finalmente que estos sean colocados, utili­zados o invertidos conforme a las instrucciones que dicte Leoz.

En los acuerdos se esti­puló además que, subsidia­riamente, el remanente de dichos certificados de aho­rro (que fueron colocados en los fideicomisos) ante el acaecimiento de ciertas condiciones previstas en el contrato, debía ser trans­ferido a los cuatro hijos de Leoz, designados como beneficiarios.

En total fueron celebrados dos contratos, la única dife­rencia entre ambos fue que en el segundo fideicomiso las únicas designadas como beneficiarias fueron las dos hijas: Nora Cecilia y María Celeste Leoz. Los fondos e intereses de este último fideicomiso fueron los que finalmente se devolvieron a la Conmebol.

BLINDAJE

Una de las cláusulas inclui­das en el contrato de fidu­cia entre Atlas y Leoz esta­blecía que el fideicomitente (Leoz) se reservaba ins­truir, hasta un cierto por­centaje del fideicomiso, pago de obligaciones vin­culadas exclusivamente a su salud en el exterior y procesos judiciales en los que sea parte como actor o demandado (ejemplo: hono­rarios de abogados).

Es decir, el banco pactó expresamente cumplir ins­trucciones del fideicomi­tente para el pago de obliga­ciones que él mismo decida asumir en los contextos cita­dos (gastos de salud y gastos judiciales). Esta obligación no equivale a prever la even­tualidad de responder con sus bienes ante pronuncia­mientos de la justicia porque los US$ 6 millones ya no for­maban parte del patrimonio del fideicomitente, pertene­cen al patrimonio del banco y por ende se encuentran blin­dados.

SEÑAL DE ALERTA

Los contratos de fideicomiso en el banco Atlas se celebra­ron cuando sobre Nicolás Leoz ya pesaban orden de captura internacional dic­tada por la justicia nortea­mericana y orden de prisión domiciliaria dictada por un juez en Paraguay. En ese con­texto, siendo Leoz apuntado como parte de una organi­zación mafiosa dedicada al fraude, lavado de activos y al soborno, semejante opera­ción debió haber despertado al menos una señal de alerta.

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