La declaración jurada del presidente de la Cámara Baja, Miguel Cuevas, actualizada a setiembre del 2014, señala que contaba con un patrimonio neto de G. 9.727 millones, de los cuales G. 4.460 millones se respaldaban en una cuenta a cobrar al cuestionado gremialista de la producción Silvio Riveros, quien se encuentra privado de su libertad por desvío de G. 68.000 millones del MAG durante la administración de Enzo Cardozo.
En febrero del 2018, Cuevas vuelve a presentar su declaración a la Contraloría General de la República (CGR), en la que llamativamente ya desaparecen los G. 4.460 millones a cobrar. El cuestionamiento que se hace es que por arte de magia ya no aparece el capital, pero tampoco consta que Cuevas haya cobrado este importe.
Ante la desaparición de la cuenta a cobrar, la única alternativa que queda es que generosamente Cuevas le haya condonado la deuda al gremialista Riveros.
Por su parte, el condenado a 11 años de prisión desde el 2017, Silvio Riveros, aseguró públicamente que jamás prestó dinero de Cuevas y que no tiene la posibilidad de asumir esa cantidad de deuda.
LAVADO DE DINERO
“Estos G. 4.500 millones son inauditos, ninguna persona en su sano juicio puede condonar una deuda por ese monto. Además que el señor Riveros manifestó públicamente que nunca prestó una sola moneda de Cuevas y que este último lo que pretendía era cubrir su patrimonio con esa supuesta deuda, lo cual todo indica que estaba preparando para lavar el dinero mal habido”, indicó Julio Godoy, abogado del concejal de Ybycuí Ezequiel Cáceres, quien denunció por enriquecimiento ilícito al parlamentario.
El letrado denunció que entre el 2014 y 2018, el diputado por Añetete realizó tres rectificaciones ante la Contraloría. Su caso está siendo investigado por la fiscala Josefina Aghemo. Todo apunta a una inminente imputación por declaración falsa.
El cuestionamiento que se le hace a Miguel Cuevas es el salto gigantesco que pegó después de ingresar a la política.
A principios de los años 90, antes de asumir la intendencia, se dedicaba a la compostura de calzados, pero luego de ingresar a la arena política experimentó una prosperidad sin precedentes. Como, por ejemplo, la imponente mansión erigida en Sapucai, además de su estancia en la misma localidad con lotes de ganados cotizados en G. 4.000 millones, que comparte con su hijo Raúl Cuevas, y los varios inmuebles que transfirió a su otro hijo, Enzo Cuevas.
En medio de esta realidad cambió la maniobra que utilizó al hacer desaparecer o condonar los G. 4.460 millones de su patrimonio. Lo que en términos prácticos representa una tomadura de pelo a la CGR.
ALGUNAS DENUNCIAS
Según documentos de la Contraloría, durante la gestión de Miguel Cuevas en la Gobernación de Paraguarí no se justificó el uso de combustible por un valor cercano a los G. 1.231 millones. Según las documentaciones de la propia gobernación, el presupuesto para el 2016 para la compra de combustible fue de G. 1.500 millones. Sin embargo, la administración del ex gobernador apenas justificó la compra de este producto por G. 234 millones.
Además, existen facturas falsas de desembolsos millonarios que supuestamente iban a ser destinados para “construcción” en entidades sin fines de lucro. También existen denuncias por parte de comisiones vecinales que supuestamente recibieron millones de guaraníes de la Gobernación de Paraguarí entre el 2013 y 2017; sin embargo, los responsables de las comisiones alegan que no recibieron el dinero.
Durante su administración también se detectaron varias irregularidades en la implementación de la merienda escolar, como así también la supuesta carga de combustible a maquinarias que en realidad ya no se utilizaban desde hace años, según lo pudimos confirmar.