Sydney Finkelstein

Cuando The Conference Board encuestó en el 2018 a CEOs acerca de su relación con la innovación, una de las mayores preocupaciones que expresaron fue “crear nuevos modelos de negocios para adaptarse a tecnologías disruptivas”. Desafortunadamente, muchas compañías, incluso aquellas con historias innovadoras, tienen dificultades para mantener el veloz ritmo del cambio en sus industrias.

Los negocios ya establecidos tienen problemas para innovar por muchas razones, incluyendo estructuras separadas, estrategias confusas, talento inadecuado y falta de financiamiento. También influyen factores “suaves” como una cultura corporativa o de equipo que no le da a los empleados el tiempo y espacio que necesitan para pensar creativamente.

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¿Cómo superan estos obstáculos los líderes efectivos? He pasado la última década estudiando a jefes creativos, esos que no sólo innovan, sino que además crean entornos laborales en donde todos los demás también lo hacen. Cuando aconsejo a los líderes sobre cómo traer ese comportamiento a sus organizaciones, una de las primeras herramientas que recomiendo es un ejercicio grupal llamado el “cuaderno de cambio.”

He aquí cómo funciona. En su siguiente reunión de equipo saque un cuaderno y divida la página en tres columnas. Cada una corresponde a una pregunta relevante para la innovación:

1. “¿Cuál es la práctica/receta para el éxito/forma en que siempre lo hemos hecho en nuestra organización?”. Anoten sus pensamientos en la columna de la izquierda, incluyendo las creencias clave y suposiciones subyacentes a la práctica. Después analicen críticamente cada una de ellas y pregúntense si alguna está cerca de volverse anacrónico u obsoleto.

2. “¿Qué movimientos del mercado, fuerzas externas o tecnologías podrían amenazar a los elementos de nuestro estatus quo operativo?”. Enlístelos en la columna del medio.

3. “¿Qué podemos hacer acerca de las próximas disrupciones que han descubierto?”. En cada una, use la columna de la derecha para anotar alguna acción preventiva que podrían tomar. Algunas veces querrán perfeccionar una práctica existente para volverla “a prueba de disrupción”. Otras necesitarán eliminarla y empezar de cero.

Hacer lluvia de ideas respecto a las acciones a realizar impulsará a los miembros del equipo a liberarse de mentalidades arraigadas, llevando a resultados mucho más innovadores que si hubieran permanecido pasivos. Mientras experimenta con el cuaderno de cambio, notará que los miembros de su equipo se van sintiendo más cómodos al explorar nuevas ideas, incluyendo aquellas que entran en conflicto con el estatus quo, y actúan para lidiar con el inminente cambio. No sólo haga el ejercicio una vez. Dedíquele 15 minutos en la reunión semanal del equipo, llenando cada semana una nueva página del cuaderno. Acuérdense de las disrupciones potenciales que han identificado en el pasado y trabajen para detectar nuevas.

Con el tiempo su equipo ganará más facilidad en el ejercicio. Debido a la naturaleza estructurada de estas conversaciones, el cambio llegará a parecerles menos caótico y amenazante, y los miembros del grupo se acostumbrarán a resolver por medio del diálogo los desacuerdos o temas difíciles. También logrará que se habitúen a salir de las preocupaciones cotidianas para enfocarse en la película completa. Los ayudará a internalizar la noción de que el cambio es parte fundamental de los negocios.

Es fácil para los equipos y organizaciones el caer en un patrón de reaccionar al cambio, pero ustedes pueden ser los agresivos y proactivos. Siga el ejemplo de los mejores jefes del mundo y de un paso hacia infundir la cultura de creatividad, crecimiento, apertura e innovación que necesita su equipo u organización.

(Sydney Finkelstein es profesor de administración en la Tuck School of Business en Dartmouth College y autor de “The Superbosses Playbook”).

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