Hal Gregersen

Un punto de inflexión suele ser considerado como la mayor disrupción que puede enfrentar una industria. Podría ocurrir, por ejemplo, cuando las empresas tradicionales son sacudidas por competidores que aprovechan nuevas tecnologías. Sin embargo, estos momentos intensamente desafiantes no solo suceden en empresas e industrias, sino también en las carreras. Son los puntos en los que –por cualquier razón– las condiciones en las que trabajamos o las expectativas puestas en nosotros son alteradas de forma tan fundamental que, si no nos adaptamos, fracasaremos.

Cuando los ejecutivos llegan a los puntos de inflexión en su carrera es común que se sientan inadecuados. Para adaptarse al cambio necesitan dejar de invertir tanta energía en construir mejores respuestas y comenzar a plantear mejores preguntas: ¿Dónde debería enfocarme? ¿Qué significa brindar liderazgo en mi organización? ¿Aplico estrategias viejas a nuevas iniciativas? En otras palabras, no pueden llegar a soluciones útiles a menos que primero diagnostiquen los problemas reales que los están reteniendo. Buscar a un instructor ejecutivo puede ser de enorme ayuda.

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Los mejores instructores son maestros para hacer preguntas. Si usted es un ejecutivo que enfrenta un punto de inflexión en su carrera, busque un instructor que pueda ayudarlo a hacer tres cosas:

1. Traer a la superficie las preguntas que impulsan sus decisiones cotidianas: Como primer paso, el instructor ejecutivo Tony Robbins les pregunta a sus clientes: “¿Qué está realmente mal respecto a tu vida?”. Hace esto para demostrar que las preguntas tienen la habilidad de controlar la mentalidad. Después, les pregunta: “¿De qué estás agradecido?” o “¿Qué te emociona?”. Entonces su enfoque cambia hacia algo más positivo. La lección, como él la sintetiza, es que la pregunta que usted habitualmente se plantea es a la que genera más respuestas. Si necesita hacer un cambio mental, hacer una pregunta diferente funciona más rápido que cualquier otra cosa.

2. Reencuadrar sus preguntas para darle espacio a nuevas soluciones: Otro instructor que conozco les pregunta directamente a sus clientes: ¿Piensas que el ángulo desde el que estás atacando actualmente este problema te está acercando a una solución? ¿Alguien más encuadraría el tema en forma diferente? ¿Cuál es la película completa de lo que tu equipo necesita lograr?

3. Construir su capacidad de comenzar a plantear mejores preguntar por sí mismo: Los grandes instructores no solo les dan un giro a la vida de sus clientes con mejores preguntas; convierten a sus clientes en mejores interrogadores. Este servicio es crucial, particularmente porque los ejecutivos suelen elevarse en las filas sin haber desarrollado sólidamente su capacidad de cuestionar. Lo que obtenga de sus sesiones de instrucción debería ser más duradero que una táctica para superar los desafíos actuales. También debería obtener nuevas habilidades que lo ayuden a superar futuros desafíos.

Cuando llegue a un punto de inflexión en su carrera, tome el tiempo para pensar más a fondo acerca de lo que necesita lograr para tener éxito y cómo lo hará. Necesitará construir mejores respuestas, y estas llegarán con mucha mayor facilidad si está inspirado por mejores preguntas.

(Hal Gregersen es director ejecutivo del MIT Leadership Center y autor de “Questions Are the Answer: A Breakthrough Approach to Your Most Vexing Problems at Work and in Life”).

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