HARVARD BUSINESS REVIEW

© 2019. HARVARD BUSINESS SCHOOL PUBLISHING CORP.

ELIZABETH GRACE SAUNDERS

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La diferencia entre vivir una vida de pacífica productividad o una vida de estresante resenti­miento pudiera estar en una simple habilidad: Aprender a decir que no.

Decir que “no” puede ser difícil. Como instructora de administración del tiempo, frecuentemente ayudo a mis clientes a que aprendan a poner límites y rehusar soli­citudes cuando sea necesario. He aquí algunas estrategias para decir “no” en tres áreas fundamentales: compromi­sos de tiempo, tareas y encua­dres de tiempo.

COMPROMISOS DE TIEMPO

Cuando alguien le pide que se comprometa de forma cons­tante a algo, pregúntese, “¿esta es la inversión correcta de mi tiempo?”.

Digamos que le piden ser voluntario en un comité. Es una buena iniciativa, pero no está alineada con sus pasiones o metas de desarrollo. Podría implicar de tres a cinco horas de su tiempo laboral cada mes. Para declinar en forma edu­cada, diga: Muchas gracias por pedirme ser parte de este comité. Me siento realmente honrado, pero respetuosa­mente necesito declinar, porque estoy a mi máxima capacidad en este momento. Gracias por tu comprensión”.

TAREAS

Cuando alguien le pide hacer algo que no es su trabajo, usted tiene todo el derecho de decir que no. Pruebe: “Esa no es mi área de especiali­dad. Te daré la información de contacto de Cheryl, y estoy seguro de que ella estará encantada de ayudarte con ese tema”.

Cuando le piden asumir un proyecto opcional y usted ya tiene demasiado por hacer, también es momento de declinar en forma educada. Usted podría decir: “Suena como una iniciativa muy interesante. Desafortunada­mente, ya estoy al máximo actualmente. Probablemente sea mejor dársela a alguien que pueda dedicarle más tiempo y atención”.

Si está en una reunión donde los colegas discuten tareas que necesitan completarse, y usted no tiene tiempo de asu­mir más, no diga nada. El no ofrecerse a ayudar es una de las mejores formas de decir que no.

ENCUADRES DE TIEMPO

Algunas veces hay tareas necesarias, que caen dentro de sus responsabilidades, pero el momento de la soli­citud ocasiona dificultades. Si recibe un gran proyecto y la fecha de entrega no es alcanzable, puede negociar en algunas formas. Si la situa­ción involucra a su jefe, puede explicarle los diferentes com­promisos y pedir indicacio­nes respecto a en qué enfo­carse primero. Si es alguien distinto a su jefe, y usted tiene la habilidad de poner límites, puede plantear una contrapropuesta.

Si es alguien diferente a su jefe y usted no tiene la autoridad para replicar respecto a las fechas de entrega, quizá nece­site involucrar a su jefe en esas conversaciones. Pruebe algo como: “Entiendo que te gusta­ría que esto esté listo a finales de mes, pero con los otros pro­yectos que tenemos en mar­cha no será posible cumplir esa fecha. Me gustaría propo­ner una fecha de entrega para mediados del próximo mes. ¿Suena razonable?”.

Decir “no” no es fácil, pero vale la pena. Comuníquese rápidamente, pues las per­sonas típicamente aceptan el no con más facilidad cuando usted no lo aplaza. Además, comuníquese con confianza. No necesita disculparse en exceso. Recuerde, al decir que no, le está diciendo sí a lo que más importa: su tiempo.

(Elizabeth Grace Saunders es instructora de adminis­tración del tiempo y funda­dora de Real Life E Time Coaching and Speaking).

Dejanos tu comentario