ELIZABETH GRACE SAUNDERS

Tiene eventos simultáneos. No es solo una reunión agendada encima de otra, es algo familiar que choca con un compromiso de trabajo. Estas situaciones pueden detonar culpa y estrés. Culpa por que siente que está decepcionando a los demás, sin importar qué decida, usted perderá. Y estrés, porque literalmente no puede estar en dos lugares al mismo tiempo.

Como instructora de manejo del tiempo, he descubierto que hay dos distintos componentes que debe atender para minimizar tanto la culpa como el estrés.

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Primero, incluya un tiempo en su calendario para pensar sobre cómo quiere priorizar su tiempo cuando colisionen los compromisos profesionales y personales. Cada persona debe determinar esta priorización por sí misma, pues existen diferencias dramáticas entre las preferencias, especialmente entre diversas culturas. Una vez que ha determinado un modo general sobre cómo quiere tomar decisiones, tal vez pueda tomar decisiones con menos –o incluso potencialmente nada de– culpa.

A continuación, expanda su pensamiento sobre el número de opciones que tiene disponibles en situaciones donde quisiera duplicarse, pero que no puede. Algunas personas retroceden demasiado rápido a un enfoque de todo-o-nada, lo que significa que estarán completamente involucradas en un compromiso y desvinculadas del otro.

Por el contrario, hay al menos otras cuatro opciones potenciales a considerar:

1. Delegue.

Aunque no puede estar en dos lugares al mismo tiempo, otra persona podría ir en vez de usted. En el trabajo quizá algún otro colega podría representar a su departamento en una junta o evento. En casa, podría potencialmente acordar un acuerdo con un vecino para que recoja a sus hijos después de la escuela, por ejemplo.

2. Divida el tiempo.

Algunas veces puede obtener la mayor parte del valor incluso si solo está presente una parte del tiempo. Por ejemplo, podría asistir a la parte de bienvenida social de un evento profesional, pero irse antes de la comida, de forma que logre ver la mayor parte del juego de su hijo.

3. Presencia virtual.

Estar virtualmente presente en momentos claves puede hacer una enorme diferencia. Por ejemplo, quizá no asista al torneo de oratoria de su hijo, pero hable por teléfono entre las reuniones. O quizá deba estar en una reunión de ventas, pero le hablará a su hija antes de su competencia de gimnasia, para ver cómo le va y que lo mantenga actualizado a través de mensajes de texto.

4. Invierta de antemano.

Finalmente, cuando realmente necesite estar plenamente en el trabajo o en compromisos familiares, puede encontrar formas de tener presencia si lo planea con antelación. Cuando deba perderse una importante junta laboral, vea la agenda y envíe por correo electrónico los argumentos que quiera contribuir a la discusión. Si no puede ir al show de su hijo, asista al menos al ensayo de vestuario. Hacer un esfuerzo de antemano para estar presente demuestra que usted se interesa.

(Elizabeth Grace Saunders es instructora de manejo del tiempo y fundadora de Real Life E Time Coaching & Speaking. Su nuevo libro es “Divine Time Management”).

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