• Fotos: Néstor Soto

En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al economista Carlos Pereira, con amplia experiencia en bancos, auditorías y saneamiento de las finanzas públicas. De cara a las municipales, Pereira, quien recientemente terminó el trabajo de intervención de la comuna de Asunción, opina sobre las reformas más inmediatas que deben implementar las autoridades que resulten electas en la capital, aunque sin desatender cuestiones macro y micro que atañen a todo el país.

–Un tema que formará y ya forma parte de la agenda es el tema de las municipales. En concreto, ¿cuál es el camino para una administración sana con proyección y que cumpla alguna vez los grandes sueños de una ciudad mejor en Asunción?

–Es una pregunta muy interesante porque tiene varias respuestas. Yo creo que en todas las instituciones hoy en día existe un reto enorme que es volver a ganarse la confianza de la gente. Creo que la ciudadanía ha esperado por mucho tiempo y ha sido muy postergada en cuanto a la velocidad en que se resuelven o que se pretenden resolver sus problemas. Y me estoy refiriendo a las personas que a diario desde muy temprano van a sus respectivos puestos de trabajo y regresan muy tarde a sus casas, casi ya no tienen tiempo ni de tener una relación familiar normal. Entonces, se va acumulando una serie de frustraciones producto de la falta de respuesta, producto de la falta de trabajo, producto de la falta de satisfacción en el lugar donde está interactuando. Entonces todo eso va calando un estado de ánimo que finalmente se refleja en la emoción y en la reacción de la gente.

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–¿Cuáles son algunas de las demandas más inmediatas que notaste en tu tiempo en la función pública?

–Cuando estuve al frente del Banco de Fomento, he podido percibir de que los créditos no llegaban a los segmentos en donde tenían que llegar. Me estoy refiriendo a las personas de a pie, me estoy refiriendo a las amas de casa, a las mujeres emprendedoras, a los microempresarios, a las pymes, a los emprendedores, a los que recién terminan una profesión o una función y no tienen la herramienta del brazo financiero que sea su primer crédito como para salir adelante. Entonces, mucha gente ha caído en la usura, eso ha desalentado tremendamente la capacidad productiva de una persona y eso me llevó a mí a rediseñar de repente la forma de hacer una política pública, un crédito público barato a mediano y largo plazo que realmente se compadezca con la necesidad de la gente. Y también falta educación financiera, me estoy refiriendo a la manera en que la gente administra la cosa pública. Muchos de los desórdenes que uno puede ver simplemente obedecen a la falta de planificación adecuada, ordenada, racional.

CONSTRUCCIÓN DE LA CONFIANZA

–Estamos en vísperas de un proceso electoral en Asunción y en los otros municipios del país. Un problema muy serio es el tema de la confianza versus desconfianza. ¿Cómo se recupera la confianza?

–La confianza es un proceso que uno debe construir. Estamos acostumbrados siempre a escuchar propuestas, a escuchar discursos. La mejor fórmula que yo encontré es mostrar la transparencia en la gestión y ofreciendo resultados. Hay que ser pragmáticos en la fijación de metas, en hacerle parte a la gente de esas metas para que pueda entender las complejidades que uno tiene que enfrentar, las limitaciones que uno siempre tiene para administrar.

Entonces, es importante construir esa confianza desde el vamos, desde el primer diálogo. La pregunta es cómo le pido a la gente que pague cuando yo no puedo satisfacer sus necesidades mínimas.

–Ahí está la cuestión...

–Entonces, yo tengo que adelantar o tendría yo que ofrecer primero, esto es lo que yo estoy haciendo y para esto necesito el compromiso tuyo de que pagues por lo que debés. Entonces, de esa forma voy a ir mostrando los efectos del pago del esfuerzo de la gente.

ASIMETRÍA

–¿Cuál es la principal dificultad con que se encontrará el próximo intendente municipal de Asunción y qué deberá hacer para resolverla?

–Una de ellas es la asimetría que existe entre las deman­das y la posibilidad de cum­plirlas, por razones históri­cas, casi siempre vinculadas al manejo de recursos. He dejado una serie de recomendaciones empezando y par­tiendo del mismo problema. Por ejemplo, nos referimos a la falta de cobro, al exceso de endeudamiento de la gente y eso es lo que justamente ha fijado y ha fracturado la confiabilidad. La gente dice no pago mi impuesto porque no veo la reciprocidad o no veo el retorno en servicio. Nosotros en la intervención habíamos hecho una serie de trámites empezando por una reunión con los bancos para tratar de auscultar algún tipo de inte­rés, de generar un encargo fiduciario donde ellos con todo el know-how que tie­nen hacer un call center que puedan realizar actividades extrajudiciales de reclamo. También a la Corte Suprema de Justicia les he solicitado que en el caso de que se arri­men juicios o algún tipo de acción sobre los certificados de deudas municipales, que se le dé un tratamiento sumarí­simo, breve, que pueda con­vertir eso en pocos días en un retorno favorable y que tenga un eco de resonancia positivo hacia esos deudores como para que vean que el esfuerzo que ellos hagan en el pago de sus tributos va a tener reciprocidad en el mejo­ramiento continuo y gradual de los servicios municipales.

–Y sin demoras...

–Y sin demoras. Y sacando del mismo problema la alter­nativa de solución. Hicimos un paquete de propuestas de reformas que por un lado impliquen reducción de gas­tos, mostrar esos indicado­res de reducción de gastos, mostrar gestión y el mejora­miento en el manejo finan­ciero de los resultados que vaya produciendo esa conjun­ción de políticas y de accio­nes que se tienen que hacer. Como ejemplo puse los 423 funcionarios jubilables que no estaban siendo jubila­dos porque la caja municipal también está con problemas de endeudamiento y de liqui­dez. Entonces, la gente opta por no jubilarse.

–Antes de profundizar ese mismo problema. Sin entrar en cifras exactas, si hoy el municipio cuesta 10, ¿con cuánto puede fun­cionar bien? O sea, ¿abara­tando hasta cuánto puede funcionar bien?

–Con cinco holgadamente.

–¿Eficiente?

–Claro. Absolutamente.

REDUCCIÓN DE GASTOS POR JUBILACIÓN

–¿Qué hay que hacer para llegar a eso?

–Y hay que tomar decisio­nes, hay que conversar con la gente, hay que hacer plan­teamientos con comuni­caciones eficaces, con participaciones y con apertura, que la gente opine, que la gente tam­bién arrime sus propues­tas y escuchando. Para pagar el sueldo mensual de 423 personas, recuerdo muy bien que eso arroja 2.400 millones de guaraníes. Entonces, en vez de pedir un crédito para pagar deudas, yo puedo pedir un anticipo al banco y le digo que necesito un pequeño crédito con garantía de unos flujos futuros hacia adelante, una titularización de deuda, en donde a partir del mes dos yo ya voy a tener 2.400 millones de guaraníes para poder empezar a pagar el crédito que voy a solicitar para jubilarle a estas perso­nas y cancelarle a la caja de jubilaciones municipales lo que se les adeuda. Enton­ces, yo en 25 meses, que son casi 2 años y un mes, yo voy a poder sacarme de encima esa deuda que estoy pagando con el ahorro que me va a producir a partir de los 30 días siguientes la toma de decisión de jubilarle a esos funciona­rios y con esos mismos recur­sos yo voy a poder enfrentar ese endeudamiento. Esa es una deuda buena porque yo no estoy endeudando a la ins­titución en detrimento de los flujos o de las futuras recau­daciones, sino que estoy yo mismo generando el flujo con el cual voy a amortizar y cancelar esa deuda. Y encima me saco de encima un pasivo laboral que tiene otros com­ponentes que lo único que hace es hacer que sea más onerosa la carga cuanto más tiempo transcurra.

–Es imposi­ble que se hable en una cam­paña elec­toral, en la que reina la dema­gogia, la pro­mesa espec­tacular, de estos temas que son realmente los que van a solucionar el problema. De alguna manera insi­nuaste también el tema de las penurias de la gente por desplazarse, llegar de uno a otro lado. ¿Cómo hacemos que esta ciudad sea más amigable para los ciudadanos?

–Me ha tocado estar en el Ministerio de Planificación de la Secretaría Técnica de Planificación, realizar polí­ticas públicas o revisar y actualizar ciertas políticas públicas y uno de los objeti­vos de desarrollo sostenible precisamente es el desarro­llo urbano, la disminución de la pobreza, la integración de varios focos de desarrollo. Y el Ministerio de Urbanismo me ha permitido ejercer cier­tas acciones, sobre todo en la identificación de cuáles son los departamentos o distritos donde las comu­nidades indígenas o donde la pobreza es mayor, como para que las viviendas sociales vayan orientadas a esos focos de pobreza, como para que la ecua­ción de disminución sea consecuente con la polí­tica pública del Gobierno y realmente los resul­tados estén dentro del marco de llegar a la gente que necesita. Yo creo que el municipio es como un país reducido en donde la ciudadanía demanda servi­cios y el municipio tiene que ofrecer soluciones y alter­nativas. El déficit se produce en donde la cantidad de ero­gaciones hoy supera a la can­tidad de ingresos. Entonces, tenemos que hacer una ciru­gía rápida.

EROSIÓN DE RECURSOS

–¿Cuál es el principal défi­cit de la municipalidad?

–Hay una erosión muy grande por la cantidad de funciona­rios. Entonces, yo creo que hoy incorporando la inno­vación, la tecnología, y yo creo que la institución tiene mucha gente muy comprome­tida, es cuestión de auscultar y ubicar los perfiles adecua­dos en las distintas funcio­nes, hacer de que los contro­les funcionen desde el inicio y demostrar a la ciudadanía que realmente los esfuerzos que ellos hacen pagando sus impuestos se van a ver refle­jados en el mejoramiento y en la calidad del servicio por el cual ellos pagan su tributo.

–Y en materia legisla­tiva, ¿hay algunas rei­vindicaciones históricas de la municipalidad que te parece que deben ser atendidas?

–Yo sugerí un par de reco­mendaciones de orden legal. El municipio de Asunción tiene la necesidad legal de transferir el 15 % de cierto tipo de ingresos al Minis­terio de Economía y Finan­zas. Así también, el Ministerio de Economía y Finanzas tiene algunas regalías con Conajzar y otras institucio­nes que actúan como agentes de retención para darle por la ley de capitalidad al muni­cipio de Asunción. Enton­ces, hay activos y pasivos que son cuentas a cobrar y a pagar recíprocamente. Había sugerido yo ante una acción de inconstitucionali­dad que el municipio planteó y que fue denegada, el pro­pio Ministerio de Economía ha planteado la elaboración de un proyecto de ley como para que el Congreso estu­die eso y saque una ley espe­cial de compensación entre lo que el municipio le debe al ministerio y el ministerio le debe a los municipios. Yo creo que eso va a flexibilizar bastante, eso va a agilizar que las cuentas se cancelen recíprocamente. Y por otro lado, fortalecer el control. Yo creo que por ley hay que exigir una auditoría externa anual en el municipio. Eso va a impactar de manera muy favorable.

–¿Le gustaría hacer una reflexión final que te parezca importante?

–Uno de los principales pro­blemas que encontramos es que falta armonizar lo que resuelve la Junta Municipal y lo que ejecuta el ejecutivo. Las propuestas que salgan de la discusión técnico-po­lítica deben resolver los pro­blemas que están afuera. Hay que percibir la nece­sidad y darle ese espacio al ciudadano de comunicar su insatisfacción y que sienta que se le escucha.

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