Por Jorge Zárate, jorge.zarate@nacionmedia.com - Fotos: gentileza

A poco más de un mes de la medición demográfica más importante que se realiza en nuestro país, se siguen reclutando censistas y supervisores para alcanzar los 210.000 operadores que se necesitarán el 9 de noviembre para llevar a cabo el trabajo, pero hasta ahora solo se han inscrito 50.000 personas. Se buscará confirmar si ya superamos los 7,5 millones de habitantes, entre otros puntos relevantes que hacen a la medición de la pobreza, el trabajo, la economía familiar, la vivienda, la mortalidad y las migraciones.

“Es una oportunidad para modernizar la gestión pública”, dice Iván Ojeda, director del Instituto Nacional de Estadística (INE), sobre lo que puede ofrecer una correcta realización del censo.

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Existe cierta presión sobre los resultados de la medición teniendo en cuenta que su antecesor del 2012 estuvo al límite de ser descartado. “El censo del 2012 tuvo limitaciones. Se espera que un evento de este tipo tenga una cobertura del 90% y aquel tuvo una del 76% y por ello no fue declarado fallido como el de Chile en el 2012. Hemos tomado las lecciones para no repetir los mismos errores”, asegura.

Entiende que en mucho ayudará el feriado nacional. “La gente tendrá que quedarse en casa de 5:00 a 18:00 para ser visitada por el censista y se prohibirá la venta de bebidas alcohólicas y todos los comercios deberán permanecer cerrados durante ese período”, advierte.

El evento durará un día en las zonas urbanas y en las rurales hasta dos semanas. “Tenemos claro que podríamos concluir las etapas rurales en cinco días, pero dependemos del clima, permisos, etc., así que damos esas dos semanas de tiempo por cualquier eventualidad”, apuntó.

Lo concreto es que en aproximadamente 40 minutos se deberán responder preguntas sobre vivienda y hogar (estructura), tenencia de bienes, servicios básicos, sexo, edad, cédula, datos de la actividad laboral, mortalidad, fecundidad, pertenencia étnica. A su vez, se desarrollará en paralelo el censo indígena.

“Todo lo que le vamos a preguntar está guardado dentro del secreto estadístico, respetando la garantía constitucional del derecho a la intimidad de las personas y las familias. La gente va a poder verificar la identidad del censista que estará munido de una credencial que aportará la cédula y un código QR para poder ingresar a la base de datos y verificar”, explicó.

Los censistas irán provistos de un bolsón de color blanco en el que llevarán útiles y será como un identificador. “Ante cualquier duda, la gente puede comunicarse. Para evitar que gente mal intencionada se acerque a la vivienda, pensamos en una cobertura importante de seguridad y salud para todo el operativo”, relata Ojeda.

GEOPORTAL

En este censo se usará inteligencia artificial (IA) para la codificación y clasificación de actividades laborales. “Vamos a preguntar a qué se dedica cada persona y entendemos que surgirán profesiones nuevas como, por ejemplo, youtuber, y para ordenar y clasificar vamos a usar IA”, señala el director del INE.

Otro de los elementos novedosos será el uso de un geoportal para territorializar la información estadística. Por ejemplo, identificar un colegio y un área geográfica para estudiar la oferta y demanda de educación, de salud, el déficit habitacional y el mapeo de las necesidades básicas insatisfechas. Esta herramienta permite “encimar capas de clima, de cursos hídricos, será una herramienta que sentará las bases de un procesamiento estadístico en línea”, anticipa Ojeda.

Comenta a su vez que se hicieron reuniones con la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la Asociación Rural del Paraguay (ARP), bancos, desarrolladores inmobiliarios, Fecoprod, entre otros, para “poner a disposición las herramientas que brinda, ya que el Geoportal podría ayudar a los comercios, a las empresas de actividades secundarias y terciarias a identificar dónde están los mercados, los niveles socioeconómicos, para decidir dónde poner un edificio o un supermercado. Ese estudio es difícil de hacer si no existe un marco muestral actualizado como el censo”, apunta.

“Contar con un censo sienta las bases de un Paraguay del futuro que permitirá diseñar políticas públicas más ajustadas, además de que se realizará con una plataforma de censo transparente, en la que se pude ver cómo se invierte el dinero”, dice informando que se utilizará el Amazon Web Service “para que las plataformas no tengan problemas, gracias a un convenio con el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic)”.

CENSO CORTO

Para Norma Medina, directora de Censos, “es importante aclarar que todas las investigaciones complicadas utilizan como marco muestral un censo de población”.

Es decir, todos los trabajos que se hacen día a día, como la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que entrega cada tres meses estadísticas laborales y también mediciones de pobreza tomando el período de un año, surgen de los datos que aportó originalmente un censo de población.

Un censo es, sin embargo, por decirlo así “más pequeño” que una encuesta, por lo que principalmente “tiene que tener cuatro indicadores, a saber: fecundidad, mortalidad, migración y estructura de la población”, explica la especialista.

“La EPH tiene unas 300 preguntas, en tanto que el censo hace 65, es importante entonces que las que coinciden las pueda fusionar para poder hacer mapas de pobreza monetaria”, por ejemplo.

En este sentido, explicó que para mapear los ingresos de los trabajadores en un mercado con alta informalidad se necesitan al menos 150 preguntas.

Medina cuenta que el trabajo estadístico es permanente y con base en esos datos que interactúan entre el censo y las encuestas se tienen, por ejemplo, proyecciones de población: “Estimamos que estaremos alrededor de 7,5 millones de personas, que hay dos millones de viviendas. No sabemos precisamente la fecundidad y si va a seguir bajando. Hemos registrado una mayor mortalidad por covid y veremos qué tal se comportó la migración. Generalmente se cumplen las proyecciones, se tienen modelos que se confirman con el censo”.

La muestra permitirá conocer especificidades sobre el número de viviendas y cuántas de estas son propias, cedidas o alquiladas.

Otros indicadores ayudarán a precisar la mortalidad evaluando en el período de los últimos dos años si alguien que vivía falleció, estableciendo la edad y sexo del fallecido, y en caso de ser mujer se pregunta si fue durante el embarazo.

Según explicó, en la estadística moderna los países apuestan a que los censos tengan menos temas y se fortalezcan los registros. Por ejemplo, sería importante fortalecer el del Ministerio de Salud Pública (MSP) en lo que hace a los nacimientos, además de los datos de migraciones internas, que deberían estar registradas. “Los censos de poblaciones deben ser interoperables, es decir, por el número de cédula tendríamos que tener una buena cantidad de datos a disposición para poder diseñar políticas públicas adecuadas”, explicó.

EL PRIMER CENSO EN EL PARAGUAY

Según el historiador Ignacio Telesca, el primer censo general del cual se tiene documentación fue realizado por el obispo del Paraguay fray Faustino de Casas en 1682. En el capítulo del libro “Historia del Paraguay” (2011) titulado “La colonia desde 1680 a 1780″, el autor refiere que la población dependiente de Asunción era de 9.675 personas, de las cuales 2.075 eran indígenas sometidos al régimen de encomiendas, 1.120 esclavos y 6.480 españoles; sin embargo, es preciso hacer la salvedad de que en esta categoría no se incluía solamente a los nacidos en la metrópoli, sino también a los criollos nacidos en América e incluso algunos indígenas que lograban ser reconocidos como tales para evadir las encomiendas.

En tanto, en Villa Rica, que ya estaba asentada en su ubicación actual, fueron censados 729 españoles, 14 esclavos y 442 indígenas sometidos a encomienda, dando un total de 1.185 personas. Además de estas dos ciudades, existían seis poblados de indígenas a cargo de clérigos seculares: Yaguarón, Altos, Tobatí, Ypané, Guarambaré y Atyrá; otros tres estaban a cargo de los franciscanos: Yuty, Caazapá e Itá, además de otros siete a cargo de los jesuitas: Nuestra Señora de Fe, San Ignacio Guazú, Santiago, Itapúa, Loreto, San Ignacio Miní y Corpus. De esta manera, en los pueblos de indios fueron registrados 27.806 habitantes, en tanto que en los pueblos de españoles había 38.666 habitantes, de los cuales la mitad vivía en las reducciones jesuíticas, por lo que no eran considerados parte de la población civil y no aportaban a la entonces provincia, a excepción de los indígenas de San Ignacio Guazú, que aportaba 448 indígenas encomendados que servían a los asuncenos. Telesca advierte que con certeza existieron otros censos parciales que probablemente formaron parte de otros generales, pero de los cuales no hay datos precisos.

El primer censo oficial en nuestro país fue realizado en 1950 y desde entonces se lleva a cabo cada 10 años.

SE NECESITAN CENSISTAS

Un total de 210.000 censistas y supervisores recorrerán de 7:00 a 17:00 de la tarde un promedio de diez casas por equipo en las áreas urbanas munidos de un kit de alimentos y recibirán una gratificación de 100.000 guaraníes posterior a la realización del trabajo. En las áreas rurales se aumentará el número de casas a ser censadas.

El directo del INE pidió a aquellos que quieran ser censistas que se registren en la plataforma censo2022.ine.gov.py. Explicó que el proceso no tarda más de dos minutos y es un requisito para tener esa base de datos completa para capacitarlos, evaluarlos, monitorearlos y hacer la transferencia del viático una vez concluido el trabajo. Recordó también que los estudiantes universitarios que accedan a trabajar como censistas tendrán 40 horas de extensión a su favor.

Norma Medina, directora de Censos del Instituto Nacional de Estadística (INE), describe la medición a realizarse el 9 de noviembre como “un censo corto en el que trabajar con el voluntariado es un desafío grande, ya que son alrededor de 210.000 personas que tenemos que reclutar”.

Todavía falta cubrir muchos puestos. “Estamos hasta un 26% del total de censistas que necesitamos”, cuenta. “Hablamos de unas 50 mil personas; hay departamentos con cobertura importante como Caazapá y Caagauazú, pero tenemos problemas para completar las plantillas en Asunción, Central y Alto Paraná, que son departamentos más complicados para poder contar con las personas por la dimensión y después por la heterogeneidad”, expuso.

Los interesados pueden inscribirse en la plataforma censo2022.ine.gov.py.

Según Medina, esta situación se debió a los retrasos por la aprobación del crédito de 49 millones de dólares y la pandemia, lo que nos provocó que el evento sea realizado en noviembre y no en agosto como se acostumbra cada diez años.

Dice que se espera contar con el cuerpo docente del Ministerio de Educación. “Se apuesta a la estructura educativa. De hecho, se emitieron resoluciones que le otorgan créditos a los que se inscriben como supervisores y censistas y para que los docentes puedan convocar a los alumnos”, comentó. También habrá una fuerte apuesta “al funcionariado público para poder cumplir la meta de censistas y supervisores que nos hemos trazado”.

Norma Medina, directora de Censos del INE.

CENSO INDÍGENA

El IV Censo Indígena se realizará desde el 9 de noviembre próximo en el marco del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022. Según datos de la ONG indigenista Tierraviva, en el país viven 122.000 indígenas pertenecientes a 19 pueblos, que se distribuyen en más de 600 comunidades que constituyen la población con peores indicadores sociales en el país.

En este IV Censo Indígena se aplicará el cuestionario comunitario que está dividido en tres capítulos que contienen preguntas sobre la localización geográfica, datos generales sobre la comunidad, el territorio y las aldeas o barrios. Su objetivo es recoger información sobre la vida colectiva de cada pueblo indígena, el territorio, la tierra y sus recursos disponibles en la zona. Para poder llevarlo adelante se capacitó en 60 talleres en la lengua hablada por los 869 supervisores y 1.391 censistas, acorde a su nivel de formación, respetando las pautas culturales, el uso del tiempo, código y los símbolos culturales de cada pueblo.

El plan de capacitación, así como los instrumentos censales que se aplicarán durante el IV Censo Nacional de Población y Viviendas para Pueblos Indígenas fueron adaptados según las pautas culturales de cada pueblo y traducidos en doce lenguas indígenas, de manera de garantizar una mayor fiabilidad de la información recolectada.

El cuestionario comunitario contiene 61 preguntas organizadas en 3 capítulos: A (localización geográfica), B (datos de la comunidad) y C (datos de la aldea). El instrumento será aplicado por los supervisores asignados a cada comunidad en entrevistas con líderes o lideresas indígenas, quienes proporcionarán los datos sobre la comunidad. También podrán proveer información censal maestros/as, promotores de salud, enfermeras.

Iván Ojeda, director del Instituto Nacional de Estadística (INE).

ALGUNOS DATOS

Entre datos importantes que se esperan obtener del Censo 2022, Ojeda destaca que se podrá conocer cuáles son los distritos del país que más población expulsan; si la fecundidad sigue orillando los 145 mil nacidos por año, si las mujeres promedian 2,3 hijos como hasta ahora; qué pasa con las defunciones, que eran de 36 mil fallecidos por año en promedio en la prepandemia.

También ver cómo evolucionó el acceso y permanencia en el sistema de educación porque hasta el momento el habitante promedio tiene 9,5 años de estudios y hay un analfabetismo que llega al 5,5%, refiere Ojeda al tiempo de precisar que también se conoce que alrededor de un 11% de la población tiene algún tipo de discapacidad, situación que los datos del censo van a precisar.

Mencionó a su vez que en lo que hace a la economía y la ocupación, el sector primario abarca al 20% de los ocupados, el otro 20 en el secundario y el 60% está en el sector terciario.

UN INSTRUMENTO MILENARIO

Desde las primeras civilizaciones de la humanidad existen registros de que las autoridades se valieron de las estadísticas para conocer la situación de los territorios gobernados, así como de la población existente, fundamentalmente para el cobro de tributos, la organización de las fuerzas de defensa durante las guerras con otros pueblos y el reparto de tierras para la organización de las labores de producción.

Así, una de las estadísticas más antiguas referidas por los cronistas es uno realizado en Egipto por la Dinastía I en el año 3050 antes de Cristo. Según el historiador griego Heródoto, los censos de población y riqueza en el antiguo Egipto tenían el fin de planificar la construcción de las pirámides. También hay referencias de un censo llevado a cabo en China en el año 2238 antes de Cristo por mandato del emperador Yao con el propósito de conocer la situación de las actividades comerciales y agrícolas.

Estos relevamientos eran especialmente importantes en Roma, donde se realizaban cada cinco años (lustrum) para registrar los nacimientos y defunciones, así como las tierras y riquezas de los ciudadanos. También en La Biblia hay mención a un censo realizado para organizar el ejército. El capítulo I del libro de los Números refiere lo siguiente: “Y el primer día del segundo mes, en el segundo año de su salida de Egipto, Jehová habló con Moisés en el desierto de Sinaí, en la tienda de reunión. Dijo: ‘Hagan un censo de todo el pueblo de Israel, uno a uno según sus familias, según sus casas paternas, anotando en una lista los nombres de todos los varones. Tú y Aaron deben registrar por grupos a todos los que tengan 20 años de edad o más y que puedan servir en el ejército de Israel’”.








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