- POR DANIEL ARÉVALOS
- Periodista
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Un agónico empate (2 a 2) consiguió Luqueño ante Sol de América, en un partido que de nuevo fue adverso para el Auriazul, pero que sobre el final logró la igualdad. El cuadro de Gustavo Florentín se perdió la gran chance de ser el único puntero del torneo, ya que los demás resultados le eran favorables en caso de una victoria.
Luqueño perdió en la marca con la salida de Aquilino Giménez por lesión. Si bien Cabrera (su reemplazante) intentó, pero en muchas ocasiones fue superado con la velocidad del argentino Martín Giménez, que fue el más inquietante en el ataque de Sol.
Tras un enredado primer tiempo, el juego mejoró en el segundo y llegaron los goles. Sol sorprendió a los locales con dos tantos sucesivos, el primero de Adrián Martínez cerrando un centro de Giménez desde el sector izquierdo del ataque.
Dos minutos después, antes de que reaccione Luqueño tras el primer gol, César Villagra con gran definición puso el segundo danzarín.
Toda la presión estaba en el campo de Luqueño, en el juego anterior supo salir airoso de una situación similar, pero este era otro partido, lógicamente otro rival, pero intentó y llegó al descuento al promediar la segunda etapa con el tanto de Armoa, aprovechando un pase largo de Villasanti.
Sol reforzó la defensa con el ingreso de Portillo, el partido entraba en su fase final, el triunfo de Sol era inminente. En tiempo de recuperación, un tiro libre ejecutado por Wálter Ortiz, quien ingresó por Quiñónez, la pelota se desvía en Aldo Vera y engaña al portero Ortiz, quien nada tuvo que hacer para evitar el gol.
Luqueño salvó la derrota, pero dejó un par de dudas acerca de su rendimiento.