San Petersburgo, Rusia. AFP.

Un gol de cabeza del defensa Samuel Umtiti a los 51 minutos metió en la final del Mundial de Rusia 2018 a Francia, que derrotó por 1-0 a una Bélgica que chocó una y otra vez contra el muro defensivo bleu.

Francia jugará el próximo domingo en Moscú (11:00) su tercera final mundialista (tras el título en 1998 y la derrota en el 2006) contra el vencedor de la segunda semifinal, que disputarán hoy en la capital rusa Inglaterra y Croacia.

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“Ellos (la generación e Zinedine Zidane) hicieron su trabajo en el 98 y nosotros estamos escribiendo nuestra propia historia y por el momento nos va bastante bien”, dijo Umtiti al finalizar el encuentro de este martes en San Petersburgo.

Ambos equipos conocían el poder de fuego de las delanteras rivales, como cuando en un combate de boxeo se enfrentan dos pesos pesados con puños de acero, y en la primera parte prefirieron controlar el balón y no arriesgar en el pase. “Creo que la actitud, el esfuerzo de los jugadores fue magnífico. No se puede pedir más”, afirmó el técnico de Bélgica, el español Roberto Martínez.

Pero fueron los Bleus los que encontraron primero la manera de romper la defensa belga en un córner lanzado desde la derecha por Griezmann y cabeceado a la red por Umtiti (51), adelantándose a Fellaini en el primer palo.

Pero Francia se encerró con sus 11 hombres en los últimos 30 metros y los belgas no encontraron rendijas en el muro Bleu, ni triangulando por el centro cuando lo intentaban Hazard o Kevin De Bruyne ni cuando colgaban balones al área para ver si sus torres, Lukaku y Fellaini, cazaban alguno.

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