- POR PEDRO GÓMEZ ZORRILLA
- Periodista
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Luqueño aplastó sin piedad a Guaraní, cuyo principal defecto es haber contratado un arquero sin condiciones para defender la valla de los aurinegros. Gastón Guruceaga es un peligro para sus defensores, que no solamente deben cuidar a los rivales, si no estar atentos a todos los errores que comete el discreto atleta uruguayo.
Apareció en toda su dimensión el ariete argentino Nicolás Orsini, quien marcó tres goles, todos muy buenos, para demostrar a propios y extraños que puede ser el delantero centro de los auriazules y pelearle palmo a palmo ese lugar al "Zorro" Fredy Bareiro así como ganarse el cariño de los aficionados de la ciudad de Luque.
Además, tuvo la participación de Osmar Leguizamón, un rendidor nato, que fue desequilibrante por su zona de influencia. La dupla Orsini-Leguizamón fue imparable para los discretos defensores aurinegros. Entre ambos hicieron los tantos para la goleada de los auriazules, pero el marcador quedó corto porque la paliza debió ser mucho más dura.
El presidente de Guaraní, Juan Alberto Acosta, defendió a capa y espada la fecha pasada al entrenador Sebastián Saja, pero a medida que sigan siendo humillados en el certamen, puede cambiar drásticamente de opinión porque este equipo, que se preparó para ir superando etapas en la Copa Conmebol Libertadores de América, quedó con las manos vacías a nivel internacional. En tanto, en el plano local y de la forma como juega tiene escasas posibilidades de llegar a lugares de privilegio. Será un primer semestre para el olvido para los legendarios de Dos Bocas.