Ante el elevado número de nuevos casos de coronavirus y el incremento de la cantidad de fallecidos en todo el país, es necesario insistir en la conciencia de la ciudadanía como único remedio efectivo contra el mal. Por eso hay que repetir hasta el cansancio lo que ya se ha dicho: a esta enfermedad hay que derrotarla fuera de los hospitales, en la casa, en la calle, en el trabajo, en el transporte público.Aún no se ha llegado al pico de los casos, pero a este ritmo se está poniendo en zozobra la estructura sanitaria del país, lo que podría causar más daño todavía cuando se entre en los números más altos que se aguardan para las próximas semanas.
Las cifras más recientes del aumento de contagiados y de decesos son alarmantes y claman más atención de parte de la ciudadanía. De acuerdo con los reportes oficiales, al 20 de setiembre se llegó a 33.520 casos de enfermos y se alcanzó a 659 fallecidos por ese mal, lo que revela el extraordinario incremento de la gente afectada en las últimas semanas. En los 20 días de setiembre se produjeron 15.858 nuevos casos, con un promedio de 793 contagiados por jornada. En tanto que el número de fallecidos, que al 31 de agosto era de 326, al 20 de setiembre ascendió a algo más del doble de lo que se tenía el último día de agosto.
Es en los últimos cinco días de setiembre cuando se produjo un fuerte incremento de casos y de muertes, pues desde el 16, inclusive, en menos de una semana murieron 107 personas, lo que da un promedio de 21 fallecidos por día. Algo parecido sucedió con la cantidad de nuevos enfermos, pues en 5 días se contagiaron 4.222 individuos, lo que arroja un promedio de 844 nuevos casos por jornada.
El viernes 18 de setiembre se tuvo el número más alto de fallecidos, pues ese día se informó que hubo 27 decesos, en tanto que el 4 y el 19 de setiembre se reportaron 25 fallecidos en cada jornada. Murieron 23 personas por día los domingos 6 y 20 de setiembre, respectivamente.
Una de las especialistas de Salud Pública indicó que existe un alto índice de contagios en el ámbito familiar por falta de las precauciones recomendadas. Lo que hace necesario insistir en que se deben extremar las medidas para no llevar el virus a los hogares debido a las negligencias en la conducta. Otro detalle apuntado también es que hay una fuerte relajación en la conducta de ciertos grupos de personas, como los jóvenes que se reúnen a divertirse sin tomar en cuenta las medidas sanitarias recomendadas y luego portan el virus.
Por eso es digno de destacar el llamado de la directora del Hospital Nacional de Itauguá, quien lanzó el domingo último un dramático mensaje: “¡Ayúdennos! ¡Estamos al borde!¡Conciencia, por favor!”. El avance implacable del covid-19 con su carga de muerte y tragedia es un tema que todavía no se ha tomado con la seriedad que requiere, tanto por parte de la ciudadanía como por ciertos sectores de los organismos públicos. Además de los funcionarios de Salud Pública, no se ha visto mucho entusiasmo en otras reparticiones estatales para sembrar conciencia sanitaria y controlar el cumplimiento de los protocolos respectivos.
Para propagar el conocimiento que haga que la ciudadanía actúe con sensatez, los distintos organismos públicos tendrían que dedicar a parte de sus funcionarios y el tiempo de su gente a recorrer lugares donde se juntan las personas para repartir folletos alusivos, dar charlas breves sobre cómo cumplir los protocolos, insistir en la necesidad de tomar con responsabilidad la situación que vivimos y actuar con sensatez. Los empleados y responsables de los supermercados, grandes tiendas, patios de comida, restaurantes deben cumplir y hacer cumplir con más rigor las normas vigentes para evitar cualquier posibilidad de contagio.
Las fuerzas públicas tienen que controlar en todos los sitios posibles y actuar con energía para que no se relajen los comportamientos. Ante la gravedad de la situación, debemos entender y hacer entender a todos que la cantidad de muertos y contagiados no bajará si no se cumplen los protocolos sanitarios.