El mundo laboral de hoy va cambiando y ofre­ciendo gran variedad de oportunidades que son aprovechadas por quienes tienen las habi­lidades requeridas para cada caso. Ya no solo bastan los estudios formales, sino que se valo­ran otros tipos de cuestiones que tienen que ver con la capacidad de adquirir conocimientos y experiencias en diferentes aspectos que no siempre se “aprenden” en las casas de estudio.

La tendencia a nivel mundial, de acuerdo a estudios realizados por consultoras importan­tes y publicaciones internacionales, habla de otros aspectos que ayudan a las personas de todo el mundo a lograr un puesto laboral, no solo por la formación académica y profesional, sino porque además de ella tienen a su favor las llamadas “habilidades blandas”.

¿Y cuáles son esas características que los expertos en Recursos Humanos del mundo citan hoy en día como muy importantes a la hora de calificar a los diferentes candidatos a ocupar un puesto? Para resumir en pocas pala­bras, las que los expertos llaman “habilidades blandas” son aquellas que no se estudian como materia o, por lo menos, no forman parte de la oferta de una casa de estudios bajo esa denomi­nación, sino que son las cualidades que poseen algunas personas que las hacen más aptas para realizar ciertas tareas.

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Según afirman los expertos, este tipo de habili­dades está más vinculado al uso del hemisferio derecho del cerebro, conectado a las emocio­nes, sensaciones y sobre todo a la capacidad de comunicar, de generar un ambiente más ama­ble y con mayor empatía, etc. El hemisferio izquierdo es el que se ocupa de los cálculos, de lo racional y mental. Por lo tanto, este último es el más importante y “usado” –por llamarlo de alguna manera– en el estudio formal y el aprendizaje de las distintas disciplinas. Las “habilidades blandas”, por el contrario, no son parte de las materias de ninguna carrera en especial, pero son vitales si la intención de las personas es lograr destacar en tareas relacio­nadas a los servicios, al comercio y a las rela­ciones públicas, la publicidad y el marketing, además de otras como la gastronomía, la hote­lería, la atención a clientes de todo tipo y, por supuesto, las ventas y desarrollos de todo tipo de proyectos creativos y manejo de personal, entre otras muchas tareas. Son de vital impor­tancia esas habilidades para profesionales de la comunicación, consultorías, médicos y psicó­logos, además de artistas y críticos.

Una persona –dicen los expertos– que es capaz de establecer en su ambiente laboral una buena comunicación, de demostrar su capacidad de liderazgo con el ejemplo de su propia dedica­ción y compromiso, podrá trabajar mejor en equipo y generar una respuesta más positiva de los demás, sacando a la luz las cualidades de otros miembros del equipo que así alcanza­rán mejores niveles de rendimiento y sentirán que son valorados. Por ello es que las grandes empresas del mundo de hoy están en busca de quienes reúnan, además del mejor bagaje de formación técnica y académica, otras cualida­des que les sirvan a quienes tengan que inte­ractuar con ellos, tanto hacia adentro como hacia fuera de los límites de las oficinas de las empresas. En pocas palabras, que la “represen­ten” en positivo ante la mirada de la competen­cia o de la sociedad misma.

Pensando en cómo traducir esas cualidades a un ejemplo muy sencillo, podríamos remi­tirnos a nuestras propias experiencias como “clientes fieles” de determinados negocios tanto grandes como pequeñísimos puestos de venta callejeros ¿Por qué preferimos comprar allí un objeto o producto? Las respuestas pue­den ser muchas, pero todas apuntan a los mis­mos puntos: porque nos sentimos bien aten­didos, valorados y porque sus productos son excelentes y además vienen “envueltos” en una sonrisa o una palabra amable.

En un mundo cada vez más globalizado y mane­jado por la tecnología, ser capaces de combinar lo mejor de los dos “hemisferios” para no perder el tren de las oportunidades parece que será la clave del éxito laboral del futuro.

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