Aunque es demasiado pronto para conocer la cifra exacta de dosis de vacunas antigripales colocadas ayer en el Día Nacional de la Vacunación, se puede coincidir con las autoridades sanitarias en la idea de que el mismo ha sido todo un éxito. Las largas colas en lugares públicos, como shoppings, supermercados, espacios públicos en los diferentes barrios de la capital del país y en otras ciudades, nos dan la pauta de que la población, que hasta no hace muchos años era mayoritariamente reacia a acudir a los centros de salud y locales destinados a la vacunación, ya ha ganado conciencia de la importancia de la inmunización para evitar enfermedades prevenibles.

La realidad actual es más que aclaratoria en ese sentido. El Paraguay se ha visto libre de fiebre amarilla, una grave dolencia, que sin embargo ha tenido gran incidencia en el vecino Brasil. En ese país, tan cercano al nuestro, han ocurrido casos de dicha enfermedad, totalmente prevenible por la vacuna que se aplica dentro del cuadro básico en salud pública, que han afectado gravemente a muchas personas, algunas de ellas turistas de otros países, como la Argentina, que han tenido que someterse a largos tratamientos, inclusive a trasplantes de hígado.

Tampoco tuvimos en el Paraguay casos de sarampión, siendo felicitados por la Organización Mundial de la Salud por ello, mientras que en otros países, como la Argentina y hasta en Estados Unidos y Europa, esta grave enfermedad resurgió causando estragos y hasta cobrándose vidas, debido a la falta de inmunización de muchos niños. Hoy por hoy se busca poner más celo en la obligatoriedad de la aplicación de las vacunas, especialmente cuando se han realizado numerosas pruebas en diferentes lugares y laboratorios que han demostrado que la corriente, surgida en algunos lugares sobre la posible influencia de las vacunas en la aparición de algunos casos de situaciones ligadas al espectro autista, no tiene sustento real ni científico.

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Más allá de todo ello, la influencia positiva de la vacunación contra diferentes enfermedades, especialmente las que como el sarampión y otras de índole respiratoria afectan especialmente a los niños en la primera infancia, es vital para reducir drásticamente la mortalidad materno-infantil, uno de los objetivos del nuevo milenio, por el que se trabaja en todo el mundo, especialmente en países emergentes y en zonas de alto riesgo.

Las personas más memoriosas y los estudiosos de la evolución de la humanidad saben de qué se habla cuando se informa sobre las epidemias que han diezmado grandes poblaciones en momentos específicos, cuando no existían las inmunizaciones. Las muertes tempranas por sarampión, gripes, viruelas y otras patologías, como la tos convulsa, las neumonías y todo tipo de afecciones que, al existir vacunas para prevenirlas, han dejado de ser un drama que la humanidad debió enfrentar sin armas ni posibilidad de triunfo.

Por ello, vale recordar que no solamente en el día especial de la vacunación las dosis de vacunas contra la gripe y también para prevenir otras muchas enfermedades han estado disponibles para todos, sino que lo siguen estando, de forma totalmente gratuita y segura, en cada vacunatorio, centro de salud, hospital y otros espacios que seguramente continuarán prestando su apoyo para que podamos proteger a nuestros hijos también y muy especialmente su salud integral.

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