El Banco Central del Paraguay (BCP) publicó que el nivel de las reservas monetarias internacionales de nues­tro país ha llegado a alcanzar, al 28 de febrero último, los 8.182 millones de dólares, monto que representa un alza del 14% frente a las cifras de febrero del 2017. En ese lapso no solo ha crecido en 1.009 millones de la moneda nor­teamericana, sino que también ha conseguido su nivel máximo en la historia monetaria del Para­guay, pues nunca antes se tuvo tanta plata en el haber del BCP.

Esto es así porque la autoridad monetaria ha ido acumulando escrupulosamente el ahorro del país para mejorar cada vez más la situación financiera y demostrar la fortaleza de la econo­mía paraguaya y su solvencia para hacer frente a cualquier contingencia en el frente monetario.

Lo lindo es que esta tarea forma parte de una carrera emprendida hace varios años en que el BCP, jornada tras jornada, está atesorando dinero para hacer más fuerte al país. Así, desde diciembre del 2013 hasta febrero último las reservas han pasado de 5.875 millones de dóla­res a los 8.182 millones apuntados, lo que repre­senta un crecimiento del 39,2% en cuatro años. Si se comparan los números actuales, puede observarse un crecimiento extraordinario, que puede dar idea de lo mucho que se ha avanzado en la materia. En diciembre del 2008, por ejem­plo, el nivel del dinero acumulado era de 2.462 millones de dólares, lo que comparado con lo que se ha alcanzado en febrero pasado (8.182 millones) significa un 332% de aquella suma, es decir, que ha crecido más del doble, casi tres veces más.

Según el BCP, el aumento de los activos inter­nacionales equilibra la situación externa del país considerando el crecimiento de la deuda para las diversas inversiones que realiza el Gobierno. Teniendo en cuenta que el saldo de la deuda externa de la nación es de 5.600 millones de dólares, y que el nivel de las reservas es de 8.182 millones, se tiene un superávit de 2.582 millones de dólares. Porque se tiene más dinero guardado que toda la deuda que hay que pagar.

La disponibilidad monetaria que tiene la banca matriz funciona como un colchón financiero, con el cual se puede respaldar el impacto de volatilidades que se pueden presentar en el mercado nacional.

El objetivo de contar con una buena reserva internacional es asegurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, mediante la compensación de la balanza de pagos, es decir, las diferencias entre los ingre­sos y egresos de divisas del país. La estrategia de la banca central es acumular reservas para proteger al mercado cambiario de cualquier posible turbulencia. De este modo, las reser­vas internacionales sirven como un seguro para enfrentar desequilibrios macroeconómi­cos y financieros, sean de origen interno como externo.

De la totalidad de los fondos que tiene guarda­dos el Paraguay en el exterior, el 80% está depo­sitado en el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Suiza. La mayoría está en dólares ame­ricanos. Otra parte de las reservas está en oro, y buena porción está guardada en euro, así como otras monedas y activos.

El hecho de que el BCP mantenga una fuerte suma en sus reservas no responde a un mero capricho, sino que representa la capacidad de aho­rro que tiene el país, y en ese sentido tiene gran relevancia. Por lo tanto, debe ser motivo de satis­facción porque no todos los países tienen más reservas externas que deudas internacionales.

Las reservas monetarias internacionales del BCP son el dinero que tiene el Paraguay en una caja muy segura que no se toca para hacer frente a cualquier eventualidad. Por lo que, cuanta más reserva tiene nuestro país, es más sólida su situación. Y si se ha llegado al récord histórico alcanzado últimamente con un buen superávit sobre la deuda externa, es la mejor señal de que estamos en condiciones de solven­cia y solidez para los desafíos que vinieren.