Habló Juan Gabriel Benítez, el árbitro del polémico juego entre Olimpia y Sol de América en Para Uno. El juez de 35 años se mantiene en su postura de que expulsó correctamente al portero Gerardo Ortiz y advirtió que hará lo mismo con cualquier portero que retarde las jugadas.

En charla con 730 AM, el árbitro se refirió con lujo de detalles a las jugadas polémicas, que directamente estuvieron bajo su decisión, como la expulsión del portero solense Gerardo Ortiz y el supuesto penal reclamado por Olimpia, tras una mano de Iván Villalba.

Dejó en claro que no perdonará a ningún arquero que retrase jugadas o desapruebe airadamente las decisiones del equipo arbitral. “Cada vez que me toque, voy a tomar la decisión (amonestar o expulsar), no me va a temblar el pulso de hacerlo, sea quien sea el arquero”, advirtió.

El juez analizó su tarea en Para Uno y según su autocrítica, tuvo determinaciones correctas en la mayoría de las jugada.

“Si vamos a empezar desde el punto de vista del juego, me sentí muy cómodo. Lastimosamente, muchas veces se instala en nuestro fútbol eso de que no se cobra determinada infracción y por ello los árbitros ya no tenía que tomar decisiones, por más que estén en las regalos del juego. Lo que hice, fue obrar sobre lo que dicen las reglas de juego. No tengo que dudar de mi trabajo. Lo que ameritaba en ese momento era la amonestación y luego la expulsión”, aseveró Benítez.

El árbitro aclaró que Ortiz no lo llegó a insultar, pero le sacó la segunda amonestación por desaprobar la decisión del juez, algo que se pena con otra amarilla, explicó. “Ya le había avisado en cuatro oportunidades anteriores al arquero sobre el tema de tardar. Después de que le amonesté, se vino la protesta del mismo jugador. Cuando me voy alejando del área y le hago el gesto que juego y el arquero me dice que quién era yo para amonestarlo o apurarlo a sacar. Desaprobar al árbitro es pasible de amonestación. No hubo insulto, la segunda amonestación es por desaprobar la decisión”, recalcó Juan Gabriel Benítez.

Con respecto a la mano de Villalba en el área de Sol de América, Benítez justificó: “Considero que el balón va a la mano y a mucha velocidad. Es imposible que el jugador se arranque el brazo a esa velocidad”, explicó.