Klaksvik, Dinamarca | AFP.

Primero en Londres y después en Río, Pal Joensen defendió en ambos Juegos Olímpicos unos colores que no eran los de su país, algo duro de asumir para este nadador de Islas Feroe, archipiélago aislado en el Atlántico Norte que quiere ser una nación olímpica.

Ya miembro del Comité Paralímpico Internacional, de la FIFA y de muchas otras Federaciones Internacionales, estas islas autónomas apasionadas del deporte abogan desde hace cuatro décadas por lograr el derecho a participar en los Juegos Olímpicos de forma separada de Dinamarca, el reino al que pertenecen.

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Para Pal Joensen, nacido en el archipiélago, la participación en los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016 fue “un extraño dilema”: ¿mantenerse fiel a sus raíces y no participar, o tomar parte pero bajo la bandera danesa?

“En mi fuero interno no es Dinamarca a la que deseo representar”, explica el nadador de 27 años, cuatro veces campeón de Europa con las Islas Feroe (la natación es un deporte en el que las Islas Feroe están reconocidas).

“Representar a las Islas Feroe siempre me reportó un gran orgullo. Cuando de repente no puedes hacerlo eso plantea un problema emocional”, confiesa a la AFP en el marco de una competición de remo, el deporte nacional de la región, en Klaksvik, la segunda ciudad del archipiélago.

La Carta Olímpica como obstáculo

Con el apoyo de una agencia londinense, los feroeses lanzaron una campaña olímpica que parece contar con el apoyo de la población, más allá de las desavenencias entre los partidarios y los opositores de la independencia total de Dinamarca.

“Yo mismo soy unionista y puedo decir que lo apoyamos de todo corazón. No es un combate entre Dinamarca y nosotros”, asegura la ministra de Cultura y Deportes, Rigmor Dam.

Pero “somos cultural y deportivamente independientes de Dinamarca: tenemos nuestra propia lengua, nuestra propia cultura, nuestra propia historia... nuestro propio deporte”, precisa la ministra.

Incluso el gobierno y el Comité Olímpico danés dieron un paso atrás para no impedir las reivindicaciones del archipiélago.

Es la carta del Comité Olímpico Internacional (COI) la que presenta el problema. Desde su modificación en 1996, establece la obligación de ser “un Estado independiente reconocido por la comunidad internacional”, aunque territorios como las Islas Vírgenes Británicas o Puerto Rico fueron admitidas antes de ese cambio.

En un correo a la AFP, el COI insiste en no poder reconocer un comité nacional olímpico en Islas Feroe “en virtud de las reglas actuales de la carta olímpica y del estatuto actual de las Islas Feroe”.

Pero en cambio las Islas sí compiten con denominación propia en competiciones internacionales de fútbol desde su admisión por la FIFA en 1998. Islas Feroe cosechó victorias de prestigio, como ante Austria y Grecia (en dos ocasiones).

“El fútbol en las Islas Feroe se benefició enormemente del reconocimiento de la FIFA. Eso daría un impulso a todos los deportes si lográsemos el reconocimiento olímpico que merecemos”, afirma el capitán de la selección, Atli Gregersen.

“Si ves tu bandera, cantas tu himno, estás tan orgulloso que tu nivel aumenta un 400%”, explica.

Regresar al espíritu olímpico

Más de un tercio de los 50.000 habitantes de las Islas Feroe están federados en algún deporte. Copenhague está a más de dos horas en avión, lo que les impide competir con regularidad con otros deportistas. Sólo dos disputaron unos Juegos Olímpicos con la delegación danesa.

Dos jóvenes atletas que, se dice, dejaron la competición ante la falta de perspectivas de competir con su bandera.

A sus 17 años, la nadadora Signhild Joensen ya rebajó el tiempo para participar en los Juegos de Tokio en 2020.

“Soy de Islas Feroe y quiero mostrar al mundo de dónde vengo, mostrar mi bandera”, apunta. “Ir a los Juegos en el equipo danés no sería lo mismo”.

Vicepresidente de la campaña olímpica, Jon Hestoy apela al COI a regresar a sus principios fundacionales.

”¡Vamos, apliquen el espíritu olímpico: participemos, hagamos deporte!”, clama. “Nuestros resultados serían probablemente lamentables, pero lo único que me interesa es que cuando los atletas entren en el estadio, vean un símbolo que diga ‘Islas Feroe’ ante ellos”.

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