Le Mans, Francia | AFP, por Thomas BACH / Raphaëlle PELTIER.

Fernando Alonso, deseoso de pasar a la historia en el automovilismo, dio un gran paso hacia la posteridad el domingo al escribir su nombre en el palmarés de las 24 Horas de Le Mans en su primera participación en la mítica carrera de resistencia.

Bicampeón del Mundo de F1 y dos veces ganador del Gran Premio de Mónaco (2006 y 2007), Alonso, la gran atracción de esta 86ª edición, se convirtió en el sexto piloto de la historia en hacerse con el doblete Mónaco-24 Horas de Le Mans, después de Tazio Nuvolari, Maurice Trintignant, Bruce McLaren, Jochen Rindt y Graham Hill.

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Sólo este último logró coronarse con la ‘Triple Corona’ (Mónaco, Le Mans y 300 Millas de Indianápolis), un objetivo que persigue Alonso, privado de victorias en F1 desde 2013.

“Para ser un piloto mejor, más completo, hay que ganar en series diferentes, contra los especialistas de esas series. Ganar a los especialistas del (circuito) oval (en IndyCar) o aquí en ‘endurance’, que se saben todos los secretos, es un objetivo muy tentador”, reconoció el piloto asturiano.

Competidor nato, que piensa en la victoria en cada Gran Premio, y que desafiaba a su abuela corriendo al salir de la escuela cuando era niño, nunca deja las cosas a la mitad, y si está inmerso en el Mundial de resistencia, a la par que en el de F1, es para ganar.

El año pasado, Alonso participó en las 500 Millas (abandono por fallo mecánico a 21 vueltas de meta cuando marchaba en los primeros puestos). Este año correrá en 26 fines de semana, la mitad de los del año, y ya ha ganado las dos primeras carreras del Mundial de resistencia.

Precocidad

La trayectoria deportiva de Alonso está marcada por su meteórica irrupción en la Fórmula 1.

Fenómeno precoz, dio sus primeros giros de volante con dos años sobre un karting elaborada en casa por su padre para que lo utilizase su hermana mayor.

Con tres años disputa su primera carrera y conquista todos los títulos locales, regionales, nacionales, y después el título mundial de la disciplina, antes de pasar al monoplaza.

“Fernando tiene realmente un don especial. Al principio hablaba apenas dos o tres palabras en inglés y no entendía mucho de la técnica, pero ¡vive Dios que era rápido!”, explicaba en 2005 Mike Van Hool, su antiguo director de escudería de F3000.

Sus cualidades no pasaron desapercibidas para Flavio Briatore y Alonso se estrenó en F1 en 2001 al volante de un Minardi con apenas 18 años.

De ahí desembarca en Renault y gana su primera carrera con 22 años y 26 días (un récord de precocidad en el momento, posteriormente superado por Sebastian Vettel y Max Verstappen).

Alonso logra la corona mundial en 2005, con 24 años, 1 mes y 27 días (otro récord, del que le despojaron Lewis Hamilton y después Vettel), y repitió título en 2006.

El ‘Nano’ ficha la temporada siguiente por McLaren-Mercedes. Allí comienza a languidecer su estrella. Compañero de Hamilton, con el que no mantiene una buena relación, se queda sin el título por un punto.

Alonso, que atribuye la decepción a los errores cometidos por su director Ron Dennis, testifica contra su escudería en un caso de espionaje con Ferrari.

Promesas incumplidas

Nacido en Oviedo, capital de Asturias, en el norte de España, vuelve a Renault en 2008, donde no repite la gloria de la primera etapa con la marca francesa, y parte en 2010 rumbo a Ferrari para devolver el esplendor a la ‘Scuderia’.

Con la marca italiana conquista sus once últimas victorias en Grandes Premios (de 32) sus tres primeras temporadas en Maranello, pero se queda a cuatro puntos del título mundial en 2010 y a tres en 2012.

Ferrari se aleja de los puestos de honor tras el paso a la motorización híbrida en 2014 y Alonso deja Ferrari para regresar a McLaren en 2015, atraído por las promesas de una asociación con Honda.

Pero la apuesta sale mal, y finaliza 17º en el Mundial el primer año, 10º el siguiente, y 15º en 2017, sus peores resultados en F1 desde su año como ‘rookie’.

Ya con motores Renault, la situación mejora poco a poco para McLaren, y su piloto estrella es séptimo tras siete carreras disputadas. ¿Suficiente para que siga en la F1?

Con las 24 Horas de Le Mans en el bolsillo, se rumorea que podría probar desde el próximo año en IndyCar, decepcionado por el cariz que toma en su opinión la categoría reina, demasiado “previsible”.

A menos que el piloto que acaba de participar en su Gran Premio número 300 no renueve un año para superar la marca del brasileño Rubbens Barrichello (326).

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