Liz Alderman y Andrew Ross Sorkin

La noche del 5 de junio, Fiat Chrysler retiró su propuesta de fusión con Renault, con lo cual la empresa le dio la espalda a un acuerdo que en esencia pudo haberle dado una nueva forma a la industria automotriz a nivel mundial.

En un comunicado, Fiat Chrysler señaló que seguía creyendo que la propuesta de fusión, valuada en 33.000 millones de euros (37.000 millones de dólares), era sólida, equilibrada y benéfica para todas las partes. Sin embargo, agregó: “Nos percatamos de que en la actualidad no existen las condiciones políticas en Francia para que una combinación de este tipo prosiga con éxito”.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Dos personas cercanas a las conversaciones comentaron que Fiat Chrysler se retiró después de que el gobierno francés, el principal accionista de Renault, solicitó postergar la votación final para consultar con Nissan, el socio de Renault en la alianza automotriz más grande del mundo.

Desde que Fiat Chrysler reveló su propuesta de manera oficial el 26 de mayo, el plan había enfrentado resistencia de algunos de los accionistas de Renault. El poderoso sindicato francés de trabajadores de Renault se opuso al acuerdo, pues advirtió que podría producir despidos.

NO A LOS DESPIDOS

Las conversaciones para la fusión dieron un giro tras el anuncio de General Electric el 30 de mayo de que planeaba eliminar mil empleos en Francia. La maniobra tuvo un impacto político para el presidente Emmanuel Macron en un momento en el que otras empresas extranjeras, entre ellas Whirlpool y Ford, están recortando miles de empleos en sus plantillas en Francia.

En ese punto, el equipo del gobierno que participaba en las conversaciones –encabezado por el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire– añadió nuevas demandas, entre ellas la promesa de que cualquier reducción de la fuerza laboral se haría primero en Estados Unidos e Italia antes que en Francia, afirmó una persona involucrada.

Fiat Chrysler ya había accedido a otorgar al gobierno un asiento en el nuevo consejo de administración de la empresa, así como un veto para los nombramientos de futuros directores ejecutivos. También había accedido a que las oficinas generales de la empresa estuvieran en París.

TOMARSE UN TIEMPO

A final de cuentas, una consideración crucial era la sociedad de 20 años que ha tenido Renault con Nissan. El 5 de junio, el gobierno solicitó un aplazamiento después de que los dos representantes de Nissan en el consejo de administración de Renault afirmaron que tenían la intención de abstenerse si la votación se realizaba de inmediato.

Le Maire propuso tomarse un tiempo para tener pláticas con Nissan. Por lo tanto, Renault habría llevado a cabo una votación para la propuesta de fusión el 11 de junio. No obstante, momentos después de que se hizo la sugerencia, Fiat Chrysler retiró su oferta, comentó una persona con conocimiento sobre la postura del gobierno francés.

Dejanos tu comentario