El que salga airoso en las elecciones de abril del 2023 tendrá por delante muchos desafíos y compromisos que cumplir para que la ciudadanía pueda seguir acompañándolo, pues es sabido que en materia de obras de infraestructura a nivel país, salud pública, educación y seguridad, entre los principales, seguimos desfasados debido a la escasa actitud, aptitud y desidia de esta administración que poco o nada hizo en favor de la ciudadanía que debe ser el objetivo y meta de cualquier administración gubernamental eficiente y eficaz. Pero ya no se justifica “llorar sobre la leche derramada”, más que mirar para adelante.

Haciendo una rápida comparación entre la administración actual y las anteriores en lo que a obras de infraestructura concierne, encontramos diferencias resaltantes, puesto que esta ha antepuesto en muchos casos el interés personal y político vs. el bien común de nuestra gente y que gracias a su voto han logrado acceder a cargos electivos dentro del Gobierno, pero al final su aporte ha sido limitadísimo, ya que prometen hasta lo imposible en período preelectoral y luego “si te he visto, no me acuerdo”, siendo su “mayor mérito” el haberse constituido en una moderna fábrica de pobres y de extremadamente pobres y un número de desempleados nunca alcanzado.

La administración de turno no es solo para colorados, liberales, del Frente Guasu, etcétera, sino para los 7,4 millones de habitantes que tiene nuestro país sin excepción alguna.

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Enfrentamos un problema de carácter estructural, con un desfasaje de décadas, lo cual hace que todo lo que se pueda hacer en materia de obras de infraestructura pareciera insuficiente, a lo cual también ahora como nunca se debe agregar salud pública y calidad educativa, en que cada vez estamos peor por lo que amerita una profunda reingeniería.

En estos 4 años y medio de gobierno, muchas de las obras realizadas correspondían a proyectos y diseños del gobierno anterior, por lo que el espíritu innovativo y creativo estuvo ausente.

Durante sus recorridas a ciudades y distritos del interior del país los precandidatos y ahora ya presidenciables se pudieron dar cuenta del atraso del que seguimos adoleciendo, pero su crédito está casi agotado y sería poco o nada ya lo que se podría avanzar.

Y conste que los niveles de endeudamientos externos se han incrementado en más del 84% con relación al 2018. Junto a un histórico déficit fiscal equivalente al 3,6% del PIB nivel nunca antes alcanzado, pues el Estado sigue siendo un muy mal administrador, en que los gastos rígidos (sueldos y salarios) absorben más del 70% de los ingresos del fisco.

El próximo gobierno de entrada se deberá abocar a través de las Direcciones de Organización y Métodos (O&M) a un trabajo de depuración y reingeniería en todos los entes del Estado a fin de que la estructura organizacional pueda ser modificada y actualizada para poder brindar a la ciudadanía un servicio de calidad que se los merecen. Para ello se precisa que la ley de reestructuración del Estado esté sancionada y promulgada.

Uno de nuestros principales problemas económicos radica en la falta de fuentes de trabajo, por lo que a fin de paliar en parte la carencia actual se debería abocar en los próximos 5 años a la creación de no menos de 500.000 empleos en todo el país.

Las inversiones extranjeras deberán seguir su curso en forma dinámica, puesto que son las que podrán generar muchas fuentes de trabajo en diversos segmentos de negocios, entre los que resaltan las empresas maquiladoras, que hasta ahora han resultado exitosas dando empleo a más de 20.000 personas.

El próximo gobierno deberá poner un focus especial en nuestra salud pública y calidad educativa a nivel país, ya que de poco o nada valdrá que tengamos la infraestructura necesaria, si en contrapartida no lo sabemos utilizar con inteligencia, talento y buena formación académica y, sobre todo, gozando de buena salud.

Agregando a ello un substancial mejoramiento de la seguridad a nivel país, pues los índices de delictividad han crecido en forma exponencial.

Todo será posible si nuestra próxima administración gubernamental tiene la sapiencia e inteligencia de formar un buen equipo de trabajo con personas idóneas y capaces que demuestren los resultados que estuvimos esperando de este gobierno y que nos han dejado con las ganas lamentablemente.

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