• Por Óscar Tuma
  • Abogado

Los senadores y diputados están obligados a poner el hombro como lo hace el sector privado. No alcanza con verlos sentados en sus curules, con cara de preocupados y algunos hasta llorando, cuando no hacen lo que deben hacer, ¿y qué es lo que deben hacer? Simple, dar el ejemplo hoy más que nunca porque si esto se sale de control, los primeros que serán apuntados por la ciudadanía serán ellos.

El sector privado no tiene las condiciones para cargar sobre sus hombros todo el problema, pero son los que están diciendo presente hasta el momento y ya es hora que también lo hagan los del sector público, sobre todo los funcionarios “vip” que ganan 50, 60 o 100 millones de guaraníes, al igual que los representantes del pueblo que hoy deben ser el ejemplo.

Es indignante y una falta de respeto para la ciudadanía que se siga repartiendo la plata del pueblo en salarios millonarios cuando las empresas están cerrando sus puertas y cuando en poco tiempo muchos compatriotas no tendrán qué comer por falta de trabajo. ¡Basta! Nuestros representantes o algunos de ellos por lo menos deben presentar un proyecto de ley que establezca un tope salarial (en todo concepto) de máximo 10, 15 o 20 millones de guaraníes para todo funcionario público o autoridad pública electa por un plazo mínimo de 6 meses.

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Es absurdo pretender convencer al pueblo que viva con 230 mil o 250 mil guaraníes y Nicanor Duarte Frutos –que no puede justificar su riqueza– gane más de 100 millones de guaraníes por mes, o que consejeros –muchos de ellos analfabetos– sigan cobrando salarios entre 30 y 50 millones de guaraníes, y lo peor del caso es que algunos de estos “patriotas” se hicieron ricos a costillas de la ciudadanía y ni siquiera en estos momentos difíciles para la Patria tienen la dignidad de retribuir en algo al pueblo que los hizo ricos.

El presidente Mario Abdo está poniendo todo su esfuerzo para paliar la situación, al igual que algunos ministros, y deben cortar de raíz este despilfarro de salarios. Hoy la ciudadanía siente empatía por ellos, por lo tanto es el momento de que salgan a reclamar a los parlamentarios y a quien sea esta situación, y estoy seguro que ninguno de ellos aguantará 24 horas en dar el ejemplo o serán sacados a patadas de sus cargos por un pueblo que tiene hambre.

En fin, no hay derecho a que solo el sector privado cargue con todo el problema económico y que los funcionarios “vip” –que son una desgracia para los otros funcionarios públicos– no paguen agua, luz, teléfono, alquiler, sus préstamos y encima que estén en sus casas mirando lo que ocurre, esperando recibir el 100% de sus salarios multimillonarios, cuando el personal de blanco –que gana como mucho sueldo mínimo– y los de las fuerzas públicas están poniendo el pecho ante la situación, como lo hicieron nuestros abuelos en décadas pasadas, sumado a que en pocas semanas muchas empresas cerrarán sus puertas, dejando sin trabajo a muchas personas que no tendrán los recursos económicos para poder mantener a sus familias.

Y les pregunto, cuando todo esto ocurra ¿por quién irán las personas? Sean inteligentes, se les avisa con tiempo.

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