Vemos cómo alrededor del mundo los distintos gobiernos van tomando medidas sanitarias y económicas para sobrellevar esta pandemia del COVID-19.

Debemos entender que estamos en la fase de preparación, en la que se tienen que detectar los casos positivos, tratarlos y aislarlos; así también a los contactos de estos casos, todo esto para evitar la dispersión del virus en la comunidad. Durante todo este proceso es fundamental iniciar la educación masiva de la ciudadanía acerca de la importancia del lavado de manos y las demás medidas higiénicas personales y ambientales.

En la fase de mitigación ya hablamos de una cuarentena social, o sea todos los ciudadanos en sus casas, solo salir para reabastecerse. Aquí hablamos de transmisión comunitaria ya del virus, o sea que la enfermedad está circulando ya entre la población común que no estuvo en contacto con los casos índices o primeros, pero ya se contagia del virus.

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Aquí en nuestro país vemos el siguiente fenómeno: con mucho acierto las medidas tomadas por el Gobierno son las indicadas debido a que este virus demostró su dispersión rápida en la comunidad, no comparable con otros virus anteriores conocidos.

La gente debe entender que estas medidas son importantes por dos motivos principales. El primero es evitar que todos nos enfermemos, basta que una parte de la población no cumpla para que esto se disperse y se disparen los casos respiratorios por el virus.

Lo segundo y más importante es que estas medidas permiten a nosotros los personales sanitarios que nos preparemos, organicemos nuestros servicios, nos capacitemos, recibamos insumos y así nuestro sistema de salud no colapse. ¿Qué significa colapsar? Que no tengamos camas, espacios de atención, que no tengamos terapias intensivas disponibles, el personal sanitario enferme y esto se vuelva un caos sanitario.

Nuestro pueblo debe entender que esto que está pasando en España e Italia, donde están eligiendo entre los pacientes quién vive y quién muere, las calles vacías con todos encerrados en sus casas, donde hay desabastecimiento de supermercados y de camas en los hospitales, no es una película de terror. ¡Es la realidad! Nosotros veíamos hace tres meses desde lejos la evolución que se daba en China y hoy, señoras y señores, el COVID-19 está aquí con un número de casos confirmados y en aumento que supera la media centena.

Quédense en los hogares aquellas personas que tienen la posibilidad de hacerlo, cuidemos a nuestros adultos mayores y niños, cuidémonos nosotros. Debemos superar este momento difícil, pero con la solidaridad de todos, no de unos pocos. Dios guarde al Paraguay y como dijo Francisco, “Dios está en todos lados, ahora vos quedate en tu casa”.

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