Cerraríamos el año económico 2019 con el más bajo crecimiento desde el 2012 (caímos en ese entonces 0,5% en términos del Producto Interno Bruto, PIB). Hoy ya estamos “de lleno y en pleno” sufriendo un escenario económico aún más delicado y complicado que el que tuvimos que enfrentar y superar en el 2015 cuando al final logramos avanzar todo el año al ritmo del 3,1%.

Los datos oficiales, no manipulados ni maquillados, al cierre del primer cuatrimestre y del primer trimestre 2019, son realmente contundentes como alarmantes. A marzo la actividad económica (IMAEP- BCP) avanza al ritmo anual del 1,4%. Las ventas comerciales gatean al ritmo del 0,6% (ECN). A abril la recaudación de impuestos aumenta al ritmo del 2,9% (con una inflación del 3,1% y un dólar 10,2% más caro en promedio). Y el más importante de los impuestos, el IVA, recaudó 2,1% más en el primer cuatrimestre, con una caída del 7,5% en abril, versus iguales períodos del 2018.

En picada. En picada. Duele decirlo, pero hay que decirlo. Así vienen cayendo los principales números de nuestra economía, cambiando de gris a rojo. Ojo: no hablamos de crisis ni caos. Pero, estamos peor de lo esperado. Es cuestión de observar los cuadros y tener en cuenta cómo cayó la recaudación de impuestos en abril contra abril del año pasado, según calculemos en guaraníes nominales o reales (sacando la inflación) y en dólares: Caídas del 3,5% al 14%.

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Y un muy flaco avance en los primeros cuatro meses: 3,3% apenas un poco arriba de la inflación. Panorama aún peor se vive en nuestro comercio exterior con el mundo. El global, como importaciones y exportaciones, cayó 10% en abril y 8% en 4 meses. Se compra menos, se vende menos. No elegimos estos indicadores al azar o solo nos limitamos a lo que anda mal. No es nuestra intención cambiar de gris a rojo los números por diversión. Con el estómago de la gente no se juega. Sigamos.

Por el lado del comercio interno observen cómo cayeron las ventas en marzo y en tres meses del 2019. El global 8% y 2% respectivamente. Pero fíjense cómo les fue a negocios claves como híper y supermercados (-9,8% y -0,8%), vestimenta (-3,6% y -6,3%), vehículos, combustibles (-12,4% y -4,3%) y construcción (-8,4% y -3,4%). Lo peor vehículos: -17% en abril y -10% en 4 meses. Y la venta de combustibles también cae en rojo. Pero en la cola está el veneno. Toda la actividad económica cayó casi 5% en marzo y 3% en tres meses. Reitero: La economía marcha a la velocidad del 1,4% anual.

Y la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y CAPECO nos informan que la cosecha de soja cae 23,5% con precios pagados 20% menor a la anterior temporada y por menor exportación dejaría de ingresar un total estimado de 1.340 millones de dólares. Itaú (Brasil) ya bajó su proyección de crecimiento 2019 en Paraguay de 3,5% a 3%, con una caída de la soja del 12%, desactualizada. Solo un milagro nos regala 2% de crecimiento este año. Números rojos en los papeles. Pero reflejos o señales de una realidad muy dura, con calles que sienten que lo que se movía ya no se mueve. Y la gente lo sabe. ¿Lo sabe el gobierno? Duele decirlo, pero hay que decirlo.

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