• Por Óscar Tuma
  • Columnista

Yellow Submarine o Submarino Amarillo es una canción de la banda británica de rock, The Beatles, cantada por Ringo Starr, compuesta por Paul McCartney. Se cuenta que Paul escribió esta canción una noche mientras estaba tendido en su cama en esa etapa del sueño cuando una persona se encuentra entre dormida y despierta, y simplemente se le vino a la cabeza la idea del submarino amarillo; bueno, Mario Ferreiro se encuentra en ese mismo estado de sedación, entre dormido y despierto, y digo esto porque su administración es lamentable, siendo esto una lástima, porque luego de la desastrosa gestión de Arnaldo Samaniego los asuncenos pensaron que él iba a ser diferente, pero resultó ser peor que Samaniego.

No solo la incapacidad enluta a la gestión del intendente Mario Ferreiro; hoy también tenemos que hablar de corrupción en su administración, y esto queda demostrado con los audios que tomaron estado público días pasados, los cuales indignaron y enervaron a los asuncenos, ya que los mismos desnudaron el manejo de sus colaboradores más cercanos.

Los audios sacaron a la luz pública los negociados detrás de las tan criticadas casillas construidas por la Municipalidad de Asunción en el paseo central de la Avenida Quinta, desnudando la perversidad detrás de las mismas, donde se escucha al Arq. Antonio Coscia, quien se jactaba de ser “hermano” del intendente, dejando en claro que Mario Ferreiro dejó a su cargo hacer lo que le parezca con las casillas. Pero la cosa no quedó ahí, otro de los audios desnudó de pies a cabeza al director de Vigilancia Municipal, Julio Duarte, quien no debe permanecer un minuto más en su puesto luego de escuchar sus expresiones. Lo concreto es que esta obra costó a la ciudadanía 2.778 millones de guaraníes.

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Otra genialidad del intendente fue la construcción de la bicisenda sobre la calle Iturbe, donde se gastaron 1.200 millones y, a pocos meses de su inauguración está destruida e inservible, pero el daño causado ya está hecho, más de 600 comercios afectados directamente, igual o mayor número de frentistas, más de 2.000 personas afectadas de forma indirecta, caos vehicular y para colmo hoy en día ya ni los policías municipales que circulaban en bicicleta usan la misma. El daño causado fue producto de la falta de planificación, afectando de forma directa e indirecta a miles personas por una obra que nadie, absolutamente nadie utiliza por el lugar donde se construyó.

Para demostrar la ineptitud solo vale de muestra un botón, la Intendencia de Asunción como los concejales aprobaron días atrás una “declaración de emergencia ambiental y vial en la ciudad de Asunción”, con lo cual queda demostrado el estado en que se encuentra nuestra ciudad, como decimos los abogados, a confesión de parte relevo de prueba. Y si alguien piensa que esto va a solucionar los problemas de Asunción, se equivoca, porque si hoy Asunción se encuentra en estado de emergencia es porque las autoridades municipales no supieron solucionar los problemas en tiempo y forma, y dejaron que la capital de la República del Paraguay parezca un campo de batalla, con sus calles llenas de cráteres, con sus plazas ocupadas y destruidas, con las esquinas llenas de basuras acumuladas, y si en 3 años no pudieron solucionar estos problemas, menos lo harán en 90 días.

Mario Ferreiro engañó y estafó a los votantes, llegó como el salvador y hoy es el responsable directo de que los asuncenos lloren desde que salen de sus casas hasta que regresan a la misma. Nadie le exige que tenga la capacidad de conocer de todo, porque eso es imposible, pero tiene la obligación de saber elegir a sus colaboradores, quienes deben tener idoneidad para dar solución a los problemas diarios de la ciudad.

Un diario catalogó al intendente como un gran “fiasco” y “farsante” quien engañó miserablemente a los asuncenos. Pero yo dejo que usted catalogue como quiera al intendente Mario Ferreiro.

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