Se cierra la semana con un hecho un tanto desapercibido debido a otros acontecimientos, pero no por eso menos importante: el 16 de octubre se conmemoró el Día Nacional de las Telecomunicaciones en el Paraguay. En esa misma fecha, pero de 1864, se produjo en Asunción el primer mensaje a través de un telégrafo, desde la estación de Villeta al Palacio de los López. El telegrafista Hans Fischer se encargó de hacer la transmisión durante el gobierno de Francisco Solano López. El mensaje remitido al Palacio de Gobierno fue una felicitación por el segundo aniversario al frente de la Presidencia. Transcurrieron 151 años y ese suceso marcó el inicio de una nueva era en el país.

Posteriormente aparecieron otros artefactos innovadores que habrían de cambiar la historia, como el teléfono, la radio, la televisión, el teléfono celular y finalmente internet.

Dos décadas después del primer telégrafo, se instaló en Asunción el teléfono (línea baja), que fue creciendo con los años. Recién en 1948, 64 años después, nació la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antelco), hoy Copaco SA, que habría de darle un nuevo impulso a las telecomunicaciones nacionales e internacionales, siendo su instalación estrella la Estación Terrena de Areguá (1978), hoy convertida en museo.

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La primera emisora de radio en AM se creó en 1926 en Asunción, mientras que la televisión comienza con la inauguración del SNT en 1965 (Sajonia) con transmisiones en blanco y negro desde las 16:00 hasta las 22:00. En agosto de 1992, la firma Telecel hace posible la comunicación inalámbrica (telefonía móvil o celular). Tres años más tarde nace la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y al año siguiente ya incursiona en el mercado el servicio de internet, con el que se inició la era de la revolución de la comunicación en el país. Hoy existen dos teléfonos móviles por cada habitante, con conexión a internet de cuarta generación.

Esa evolución de la tecnología muestra que Paraguay, con altibajos, siempre buscó la manera de estar a la altura de las necesidades de comunicación según sus posibilidades económicas. A lo largo del tiempo la apuesta fue audaz, hasta arriesgada, pero evidentemente acertada. La comunicación entre las personas es hoy día como el agua o el aire mismo. Las nuevas plataformas de la comunicación significan para las actuales y futuras generaciones oportunidades de despegue económico que antes eran impensables.

Internet y sus diferentes formas de expresión (páginas web y redes sociales) son canales o puentes que están hoy a disposición de millones de usuarios para ser aprovechados como trampolín para el desarrollo de los ciudadanos, con más razón en países como el nuestro, en que estamos rodeados de tierra.

Siempre digo que desde la perspectiva geopolítica Paraguay tiene ciertas limitaciones por su condición de mediterráneo, pero para suerte del pueblo que lo habita el desarrollo de la era digital sin precedentes acortó brechas de manera exponencial. Considero que las telecomunicaciones son una gran oportunidad de desarrollo que no podemos desperdiciar para contrarrestar las desventajas comparativas con los países vecinos. Bien aprovechadas, con inversiones oportunas y capacitación permanente, miles de jóvenes tendrán la brillante oportunidad de tener acceso a más fuentes de empleos de calidad.

A través de la historia, pensando en positivo, vemos que Paraguay está dando pasos gigantes hacia su despegue tecnológico para estar a la altura del mundo. El gobierno anterior ha invertido como nunca en el desarrollo de las telecomunicaciones, por lo que el nuevo debe seguir en esa senda para no frenar esta dinámica. Las operadoras telefónicas –inversores privados– son jugadores claves en este sistema. En un marco de mucha competencia, están poniendo al servicio de los usuarios tecnologías de vanguardia que facilitan la comunicación. En los últimos tiempos han mejorado mucho el servicio de internet, con velocidades de navegación y descargas de datos según la demanda, pero que todavía son costosos comparativamente con nuestros vecinos.

La implementación de una primera etapa de la telefonía de cuarta generación en Paraguay es una muestra del potencial que tiene la tecnología para la movilización de capitales, el fortalecimiento económico y de las masas, principalmente en el área laboral. Son avances que producen cambios positivos. La banda ancha de 1700-2100 MHz, para la telefonía 4G en toda la República, será fundamental. El paquete incluye una carga social para las firmas adjudicadas, con beneficios para estudiantes, sectores de la salud y de la seguridad nacional.

Paraguay tiene la oportunidad de honrar aquel primer mensaje telegráfico, dando un gran salto en tecnología, pero para lograrlo no debe cortar el camino iniciado de las fuertes inversiones en telecomunicaciones.

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