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Esta frase, que el boxeador Floyd Mayweather publicó en julio en Instagram, lo convirtió en la primera celebridad importante en expresar su respaldo a una "oferta inicial de moneda" (ICO, por su sigla en inglés), una especie de financiamiento colectivo que emite moneda criptográfica o "fichas". Stox, un mercado de predicciones en línea, recaudó más de 30 millones de dólares, de los cuales, al parecer, una parte terminó en los bolsillos de Mayweather. Otras personalidades destacadas, como Paris Hilton, siguieron su ejemplo y comenzaron a respaldar otras ICO.

Sin embargo, esta fuente de efectivo fácil quizá esté a punto de agotarse. El 1 de noviembre, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (conocida por su sigla en inglés, SEC) advirtió que este tipo de promoción podría considerarse ilícita, si las celebridades no divulgan qué reciben a cambio de su apoyo.

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Estas expresiones de respaldo y las acciones de la SEC para tratar de mantenerlas bajo control son los sucesos más recientes a consecuencia de la euforia que han provocado las fichas. Prácticamente nadie sabía nada sobre las ICO hace un año, pero ahora reciben más atención que las ofertas públicas iniciales, el mecanismo convencional que emplean las empresas para ofrecer acciones al público. Según la empresa proveedora de datos Coinschedule, en los 12 meses más recientes se han captado más de 3.300 millones de dólares a través de unas 200 ICO, en comparación con una recaudación de solo unos 70 millones registrada durante el mismo periodo hace un año.

Este aumento es una de las causas del auge que ha experimentado la criptomoneda bitcoin, cuyo valor alcanzó unos 7.500 dólares el 2 de noviembre. Como dijo hace poco Benjamin Lawsky, quien fungía como regulador de valores en Nueva York, "los reguladores nunca habían visto un nuevo producto financiero explotar a tal velocidad (como las ICO)".

Como es lógico, los reguladores han comenzado a tomar medidas. China y Corea del Sur, donde las ICO ya se habían integrado a la cultura de apuestas local, las han declarado ilegales. Muchos reguladores de países occidentales ya dejaron muy claro que consideran que por lo menos algunas de las fichas distribuidas en una ICO son en realidad valores, por lo que deben regularse como tales, lo cual implica que deben cumplirse requisitos de divulgación y de otro tipo. Para sumarse a estas medidas, la SEC declaró en un informe acerca de DAO, una de las primeras ICO, la cual se encuentra en problemas, que cualquier oferta de este tipo debe registrarse o solicitar una exención.

Sin embargo, todavía no se han resuelto varios problemas regulatorios. La pregunta más apremiante y que sigue sin respuesta es qué representa en realidad una ficha, señaló Peter van Valkenburgh, del grupo de expertos Coin Center.

Técnicamente, se trata de una respuesta sencilla, por lo menos para quienes conocen bien las criptomonedas. En su mayoría, las fichas son entradas en Ethereum, una "cadena de bloques" o "contabilidad distribuida", cuyas copias se encuentran en muchas computadoras conectadas por todo el mundo, muy parecida a la que mantiene bitcoin. Sin embargo, el libro contable de Ethereum no solo lleva registros de su moneda, llamada "ether", sino que también contiene los llamados "contratos inteligentes", programas que codifican reglas de intercambios comerciales. Los inversionistas envían ether a un contrato inteligente de una ICO, y entonces se generan fichas que pueden intercambiarse. El emisor de la ICO puede conservar el ether y utilizar los fondos para desarrollar su proyecto.

Sin embargo, para efectos legales, este proceso es un poco más complicado, según Kevin Werbach, de la escuela de negocios Wharton, en la Universidad de Pensilvania. La SEC, por ejemplo, argumenta que los aspectos tecnológicos no tienen ninguna importancia: si las fichas se utilizan para recaudar fondos, en realidad son valores. Por el contrario, quienes están a favor de las ICO responden que, aunque en un principio sí se utilizan para recaudar fondos, por lo regular también cumplen alguna función dentro de los proyectos que ayudan a financiar, por lo que deben recibir un tratamiento distinto. En Filecoin, un mercado en línea de almacenamiento digital que recaudó la cifra récord de 257 millones, las fichas se utilizarán para pagar o recibir pagos por espacio en unidades de disco.

Para la mayoría de los emisores, será difícil presentar pruebas convincentes a la SEC y otros reguladores de que su ficha solo da acceso a ciertos servicios. En el caso de muchas empresas existentes, como la aplicación de mensajes Kik, que recaudó casi 100 millones de dólares, la prioridad al parecer es obtener fondos. En otros casos, el problema es que venden las fichas para proyectos que solo existen en el papel, por lo que su única función es obtener dinero. No hay duda de que la mayoría de los inversionistas actuales no compran las fichas para tener acceso al servicio ofrecido, sino porque apuestan a que su valor se irá por las nubes.

Para evitar la regulación más estricta, los emisores mantienen ocupados a sus abogados. Un artificio legal que se ha hecho popular en Estados Unidos es el llamado SAFT (Simple Agreement for Future Tokens), que en realidad es una opción de compra de fichas en vez de una compraventa de fichas, con lo que se evita el problema de los proyectos que todavía no utilizan las fichas. Ahora que es más difícil recaudar dinero, las estrategias de comercialización cobran mayor importancia. Por eso se han originado las "preventas", en las que los inversionistas reciben un descuento muy atractivo si invierten con mucha anticipación, para promover la demanda de la ICO.

Otra pregunta que sigue sin responderse es si las fichas podrán adaptarse al contexto regulatorio. Puesto que son fragmentos de código, pueden convertirse en cualquier producto financiero.

"Conjuntan todos los tipos de activos en uno solo", comentó Lex Sokolin, de la consultora Autonomous Research.

Esta característica originará fricciones legales, en especial en Estados Unidos, donde distintas dependencias se encargan de regular cada clase de activo.

Otras jurisdicciones presentarán menos problemas. Muchas criptoempresas se han establecido en Zug, Suiza, donde pueden ahorrarse impuestos y es menos probable que las fichas se consideren activos. En enero, entrará en vigor un "marco para la tecnología de contabilidad distribuida" en Gibraltar, aunque no regula específicamente las ICO. Una enorme interrogante es China, pues a pesar de haber prohibido las ICO, tiene un gran interés en cualquier mercado que lleve el prefijo "cripto", siempre y cuando pueda controlarlo.

La tercera pregunta por responder es cómo se regirán las empresas que reciban financiamiento a través de las ICO. Es esencial contar con respuestas firmes. Muchas de estas empresas se consideran parte de un nuevo tipo de compañía. La idea básica es que, dado que los fundadores, los empleados y los usuarios tienen fichas, sus incentivos están alineados: a todos les interesa ampliar su red, pues eso aumentará el valor de sus fichas. Estas organizaciones estarán "descentralizadas", lo cual significa que no habrá un solo grupo a cargo, y se administrarán, al menos en parte, mediante contratos inteligentes para mantener el orden.

Será complicado lograr que funcione todo el conjunto, como demostró el caso de Tezos, que recaudó 232 millones de dólares para financiar el desarrollo de otra cadena de bloques. Su versión contará con un complicado mecanismo rector para evitar los problemas que ha sufrido bitcoin, la cual se dividió en agosto debido a desacuerdos entre los desarrolladores y las empresas que extraen criptográficamente la moneda acerca de los planes a futuro para la empresa. Hace poco se tomó la decisión de cancelar una nueva bifurcación. Los tenedores de fichas de Tezos obtendrán derecho a voto de manera proporcional a su participación o podrán designar a algún delegado que vote en su representación.

Sin embargo, parece irónico que Tezos sea la primera empresa sustancial financiada con fichas que enfrente problemas graves de gobierno. Sus fundadores optaron por una estructura legal compleja que involucra a una fundación suiza encargada de controlar los fondos recibidos a través de la ICO. En este momento se encuentran enfrascados en una batalla pública con el director de esta fundación en torno a la forma en que debería operar. Además, un participante de la ICO demandó a los fundadores y otras partes involucradas por supuestos incumplimientos de leyes de valores, que Tezos niega.

Ante las dificultades de Tezos y la obsesión generalizada con las fichas, algunos emisores han ajustado sus estrategias. Blockstack, que lanzará su ICO el 13 de noviembre, no celebrará una preventa, sino que dará un descuento a los usuarios. También decidió cambiar su régimen a una "sociedad de beneficencia pública", que tiene la obligación de buscar el bien común además de tener fines de lucro. El proyecto de esta empresa, que se espera supere el récord de fondos recaudados impuesto por Filecoin, es muy ambicioso: desarrollar software y servicios que permitan transformar de nuevo a internet, que ahora se encuentra dominado por unos cuantos gigantes tecnológicos, en el medio descentralizado que solía ser.

Si Blockstack también experimenta dificultades, podría significar que el mismo concepto de las organizaciones distribuidas está en riesgo.

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