Río de Janeiro, Brasil | AFP, por Louis GENOT.

Los brasileños suelen verse como una nación predominantemente mestiza sin grandes tensiones raciales, pero cuanto más oscura es la piel de una persona, mayores son las trabas para su ascenso social.

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La cuestión es tema de debates en vísperas del Día de la Conciencia Negra, que se celebra el 20 de noviembre en recuerdo de la muerte del Zumbi de los Palmares, último líder de una rebelión de esclavos en el noreste del país, asesinado en 1695 por los colonos portugueses.

La esclavitud fue abolida en 1888, pero la gran mayoría de los descendientes de los casi cinco millones de africanos trasladados a Brasil a lo largo de tres siglos (casi la mitad del total de los enviados a América) siguen relegados a la base de la pirámide social.

Los datos son implacables: en la franja del 10% de brasileños más ricos, un 70% son blancos; y en la del 10% más pobre, un 74% son negros, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Del total de brasileños negros y mestizos (54% de los 208 millones de habitantes del país), solamente un 5% ocupan cargos ejecutivos.

En los medios de comunicación, los negros están escasamente representados y en la publicidad apenas se ven modelos negros.

Esas desigualdades quedan crudamente expuestas en el video del “Juego del privilegio blanco”, recientemente lanzado por ID_BR (Identidades de Brasil), una ONG. Inspirado en una experiencia creada por BuzzFeed en Estados Unidos, ya fue visto por 1,2 millones de internautas y reproducida en varias emisiones de televisión.

Las reglas del juego son sencillas: los participantes, en la misma línea de largada, dan un paso atrás si responden afirmativamente a preguntas relacionadas con experiencias de exclusión o desigualdad; o hacia adelante en caso contrario.

Las preguntas están relacionadas con la vida familiar, el nivel de estudios o situaciones de racismo ordinario, del tipo ”¿Ha escuchado comentarios desagradables sobre sus cabellos?”

Al fin del juego, invariablemente, los negros se encuentran en la última línea.

- Discriminación positiva -

“El privilegio blanco consiste en beneficiarse de una serie de ventajas sin pensar en ello”, como algo “natural”, explica a la AFP la historiadora Giovana Freitas, de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.

Según una encuesta del instituto Locomotiva, los hombres negros diplomados de universidad ganan un 29% menos que los blancos con cualificaciones similares. Las mujeres, un 27% menos que las blancas.

Desde la adopción hace quince años de cuotas raciales para el ingreso a las facultades, bajo el impulso de gobiernos de izquierda, la proporción de negros y mestizos que ingresan al ciclo superior pasó de 8% a 27%.

Esas políticas de discriminación positiva empezaron a surtir efecto, pero sus beneficiarios “aún no fueron incluidos en el mercado de trabajo”, lamenta Esteban Cipriano, director de programas de educación de ID_BR.

- Grupos de discusión -

La ONG busca que las empresas contraten más negros y mestizos y a sensibilizar sobre temas de integración. Recientemente, se implicó en discusiones con la marca de ropa Maria Filó, que el año pasado lanzó una polémica colección con estampas que evocaban escenas de la época de la esclavitud.

“Nos abrimos al diálogo y cambiamos nuestra manera de ver algunas cosas. Estamos mucho más atentos”, afirma la gerente de marketing de la empresa, Isabel Beaklini.

Una de las participantes negras en esas charlas mensuales, Catia Fernandes, responsable de producto de Maria Filó, agradece la iniciativa: “Cuando el grupo se creó, me emocioné, porque siempre quise hablar de esos temas, pero no había encontrado la oportunidad de hacerlo”, afirma.

Las mentalidades evolucionan, pero la cuestión racial sigue siendo hipersensible.

Una marca lanzó recientemente un papel higiénico de color negro, con el eslogan: “Black is Beautiful” (negro es mavarilloso).

Ante el escándalo, la empresa anuló la campaña publicitaria y la actriz (blanca) que aparecía envuelta con un rollo de papel higiénico hizo su mea culpa en Twitter.

La semana pasada, un célebre presentador de telediario fue suspendido, por haber afirmado: “Son cosas de negro”, en reacción a insistentes bocinazos en un plató de exterior. Su comentario, hecho antes de salir al aire, fue sin embargo filmado y difundido por las redes sociales.


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