Sandra Cauffman, directora adjunta de Ciencias Terrestres de la NASA compartió este jueves un encuentro con jóvenes, estudiantes secundarios de diversos colegios.

La ingeniera recordó que provenía de una familia muy humilde y que cuando tenía 7 años, en su Costa Rica natal veía el desembarco del hombre en la luna con el Apolo 11, que había aterrizado sin contratiempos a 384.400 kilómetros de la Tierra. Recordó a los presentes que en ese momento dijo a su mamá "¡Yo quiero trabajar ahí algún día!", al ver el centro de control de la NASA.

La hoy subdirectora subdirectora de la División de Ciencias Terrestres de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) compartió la conversación que tuvo con su madre. Su progenitora le dijo que se esforzara, estudiara y que así lo lograría, a pesar de que no tenían muchas oportunidades. "Por eso siempre sostengo que la educación es importante", recalcó a los presentes.

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La profesional explicó a los jóvenes que ellos también tienen responsabilidades, y en su caso trabajó desde los 13 años para ayudar en la casa, lo que le sirvió para conocer rápidamente las dificultades de la vida.

El encuentro se llevó a cabo en el Salón Teatro del Hotel Guaraní de Asunción, donde tuvo lugar una reunión con la Directora Ejecutiva del Parque Tecnológico Itaipu (PTI), Dra. María Teresa Peralta, el ministro de Educación y Ciencias, Dr. Enrique Riera.

La jornada fue en el marco de las actividades que busquen despertar y aumentar el interés de los jóvenes paraguayos en la ciencia, la tecnología y el espacio.

hombre en la luna, soñadora en la NASA

El planeta entero esperó seis horas más para ver el descenso de los primeros hombres en la Luna. Caía la noche del 20 de julio de 1969 y en su barrio, la madre de la ingeniera María Jerónima Rojas sentó a sus tres hijos frente al televisor en blanco y negro, para ver aquella histórica caminata.

Sandra, la segunda de la camada, acató la orden y vio con ojos de sorpresa los primeros pasos de Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin en el Mar de la Tranquilidad.

Sandra era una pequeña de 7 años, parte de una familia de muy escasos recursos, pero educada por una mamá soltera a la que le sobraban valentía y agallas.

Más de cuatro décadas después, la Ing. Cauffman aún recuerda la mirada de su madre y las palabras que le dio: "Usted nunca sabe las vueltas que da el mundo. Uno siempre tiene que estar lista para las oportunidades, uno nunca sabe si la oportunidad le va a llegar".

Inspiración

En la actualidad, la ingeniera eléctrica y física, tiene una antigüedad de 28 años en la famosa agencia espacial. Anteriormente fue responsable del Proyecto Misión Atmosférica y Volátil de Marte (MAVEN). Trabajó en la Misión de Servicio del Telescopio Espacial Hubble 1; como Subdirectora del Programa de Sistemas de Satélites Geoestacionarios Goes-R, hasta llegar al cargo que ocupa ahora.

Los estudiantes paraguayos de la secundaria tuvieron ante sí a una científica con una historia de vida inspiradora.

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