París, Francia. AFP

Un aficionado argen­tino a la astronomía detectó una super­nova en el momento de su explosión, algo inusual y que los astrónomos profesionales llevaban décadas tratando de lograr, según un estudio publi­cado el miércoles.

"Los astrónomos profesiona­les llevan mucho tiempo en busca de un acontecimiento así", afirmó entusiasmado Alex Filippenko, de la universidad estadounidense de Berkeley, uno de los autores del estudio. "Es como ganar en la 'lotería cósmica''', agregó en un comu­nicado de la universidad cali­forniana.

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"Los elementos recolectados por Víctor Buso [el astrónomo aficionado] constituyen un con­junto de datos sin precedentes", explicó a la AFP Federico Gar­cía, de la Comisión Francesa de la Energía Atómica, tam­bién autor del estudio. Es algo "excepcional", añadió Filip­penko. El 20 de setiembre del 2016, Buso, un apasionado de las estrellas, decidió probar una nueva cámara de fotos en su telescopio.

Desde su ciudad, Rosario, al norte de Buenos Aires, se decantó por la galaxia NGC 613, situada a unos 80 millo­nes de años luz de la Tierra, en la constelación Sculptor, para sus fotografías. Y el golpe de suerte se produjo: llegaba a la Tierra la luz de la explosión cataclísmica, hace 80 millones de años, de una estrella de una masa al menos 8 veces superior a la del sol.

ENERGÍA LIBERADA

Los fenómenos que acompa­ñan la muerte de una estre­lla son muy violentos, pues la materia que compone el astro es expulsada a una velocidad de varios miles de kilómetros por segundo. A causa de la enorme cantidad de energía liberada, el acontecimiento brilla tanto como toda la galaxia a la que pertenece y puede ser visible desde la Tierra.

Se trata de un imprevisible. Normalmente, los astróno­mos lo detectan al cabo de unos días y nunca cuando empieza, como le ocurrió al afortunado Víctor Buso. El aficionado avisó a la Aso­ciación Estadounidense de Observadores de Estrellas Variables (AVVSO, por sus siglas en inglés), lo que llevó a astrónomos y físicos del hemisferio sur a apuntar con sus telescopios hacia el fenó­meno. Algunos observaron las secuelas de la explosión durante más de dos meses.

ESTRUCTURA FÍSICA DE LA ESTRELLA

Según el estudio publicado en la revista británica Nature, los nuevos datos recabados per­miten comprender mejor la estructura física de la estrella justo antes de su desaparición e, incluso, la propia natura­leza de la explosión.

El equipo pudo comprobar que la masa inicial de la estrella era unas 20 veces superior a la masa del Sol. Los investigadores también pudieron observar un aumento espectacular de la luminosidad de la supernova, "en menos de media hora, el objeto había multiplicado su luminosidad por 3", según un comunicado de la universidad francesa Paris Diderot.

Esto podría deberse a la emergen­cia de una onda de luz, una onda de choque explosiva en la superficie de la estrella, ya vaticinada por modelos, pero nunca observada.

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