Londres, Reino Unido. AFP.
Serán autónomos, eléctricos y revolucionarán los hábitos de desplazamiento. Propulsados por los avances tecnológicos y los imperativos medioambientales, los vehículos del futuro ya no están tan lejos de nuestro día a día, pero aún les quedan algunos escollos por superar.
En un momento en el que cada vez más países anuncian el abandono progresivo de los coches a gasolina y diésel, las primeras versiones de estos vehículos ya recorren carreteras de todo el mundo, ya sea en versiones híbridas o parcialmente autónomas.
El cambio afecta también a las mentalidades y a nuestra relación con el hecho de poseer un vehículo, pues hoy en día ya solo hace falta agarrar el teléfono para, en cuestión de minutos, encontrar un coche de alquiler o un chofer.
Según David Metz, experto del Centro para Estudios sobre Transporte del University College de Londres, las ciudades desarrolladas alcanzaron un "pico" en materia de automóviles, y ahora cada vez están menos dispuestas a dar espacio a vehículos que en otro momento se consideraron indispensables.
“MENOS TRÁFICO”
"Constatamos que las zonas urbanas con fuerte densidad tienen más éxito con menos tráfico", destaca, citando el concurrido barrio de Leicester Square, en pleno centro de Londres.
En una muestra de esta evolución, los urbanistas acaban abandonando los modelos de planos ortogonales del siglo XX, pensados en el automóvil.