Los creadores del espacio enfatizan en la muestra de "un hecho arquitectónico" con elementos prefabricados y materiales reciclados.

Por Adriana Zacarías (adriana.zacarias@gruponacion.com.py). Fotos: Gentileza y Agustín Acosta.

"Acá no hay ningún elemento decorativo. Todo lo que está construido es lo que genera el hecho arquitectónico", resumió el arquitecto César Aquino, acerca de este espacio destinado al local gastronómico Sushi Club, presente en CASACOR. "Nuestra idea como arquitectos con Andrés Careaga, al diseñar el espacio, era mostrar realmente un hecho arquitectónico. Arquitectura para nosotros significa construir ", puntualizó Aquino.

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Características

Para dar vida al restaurante Sushi Club, los arquitectos utilizaron elementos orientales en armonía con materiales de construcción prefabricados y materiales reciclados. "Al ser de línea oriental, quisimos generar un tema de sombras, luces, transparencias. Todo lo que ves ahí son materiales prefabricados y reciclados. El techo de vidrio está hecho con puertas de un cementerio de vidrios, bajo la idea de proyectar un espacio infinito. Las maderas son recuperadas de encofrado, las vigas son todas prefabricadas", describió.

Arquitecto César Aquino.

Según detalló, éstos materiales se lucen sin ningún tipo de ornamento, logrando con su desnudez manifestar la esencia de la arquitectura, la construcción. "Lo nuestro es una cuestión absolutamente racional, hechos con materiales de prefabricación. Son materiales que se muestran tal cual son, sin ningún tipo de recubrimiento ni revestimiento", comentó.

En el interior hay dos espacios, separados por paneles de vidrio.

Con respecto a las aberturas, explicó: "Lo que queremos es generar una lámpara de luz. La obra se ilumina por dentro. Internamente hay un cruce de gente que se mueve y evoca esa idea de lámparas orientales".

Paisajismo

La extensión de la obra se luce mediante el estanque, donde el conjunto arquitectónico se refleja y crea una sensación de amplitud. "Con eso se logra que esta arquitectura no tenga comienzo ni final. Sin embargo, todos los materiales que ves son los que definen el hecho arquitectónico en sí", significó. En dicho estanque yace un hábitat de plantas acuáticas, dispersas por todo el entorno que rodea la estructura.

Contraste de luces, sombras y mucha transparencia a cielo abierto.

"La idea era usar estos papiros (planta de cyperus papyrus), y mezclarlos con plantas acuáticas como son los camalotes de diferentes tipos, bambúes que tienen una reminiscencia de concepto oriental que complementan el espacio", ilustró. El green wall (muralla verde) o jardín vertical adyacente, le brinda un aire de lozanía al espacio.

Obras de Hermann Guggiari dan realce estético al ambiente exterior.

"Hay dos escultores. El del acceso que da la bienvenida, pertenece a Ingrid Seal y las otras dos son de Hermann Guggiari, una de ellas está en el fondo y es original suya, y la pieza en la entrada es una réplica de una obra que obtuvo premio a nivel internacional. Quisimos darle también un poco de arquitectura y arte", finalizó en torno a las esculturas y su función de dar realce estético al ambiente.

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