¿Qué pasa cuando trabajás en forma fija en una empresa que te gusta, tanto el ambiente como lo que hacés en ella, pero sentís que necesitás más libertades de horarios, decisiones e incluso mayores desafíos profesionales?

Por: Aura Zelada
Por razones como estas muchas personas toman la valiente decisión de renunciar y emprender por su cuenta un nuevo negocio. Muchas otras, por los riesgos que significa emprender, siguen en la empresa cumpliendo con lo establecido, a pesar de no estar conformes del todo. Pero existe una figura intermedia entre el ser empleado y el ser emprendedor; es el ser intraemprendedor. Es la manera en la que vengo trabajando en los últimos años y me da muchas satisfacciones, por eso te cuento de qué se trata.
El intraemprendedor es un trabajador (generalmente entusiasta y con sed de innovar constantemente) dentro de una empresa grande ya establecida, pero con más libertades que un empleado en horarios y decisiones. Cuenta con un salario fijo pero en lugar de cumplir horarios cumple objetivos.
A diferencia de un freelancer, que trabaja con varios clientes por trabajos específicos, el intraemprendedor es contratado a largo plazo por una (a veces dos) y está a cargo de la planificación y desarrollo de toda una linea de negocio o proyecto. Generalmente este proyecto es planteado por él mismo a la empresa, debido a su experiencia y observación que tiene de la misma.
Para intraemprender lo principal es tener una idea que beneficie a la empresa y la iniciativa de ponerla en marcha. El plan puede aportar una solución a un problema de la compañía, o proponer una nueva línea de trabajo para aprovechar una oportunidad en el mercado.
Una de las ventajas del intraemprendedor, frente a una empresa externa contratada, es que cuenta con mucha experiencia en su área y con capacidades bien definidas, ya comprobadas por sus directivos. Con todo este conocimiento logra armar un plan innovador que resulta conveniente para la organización en la que se encuentra.
La empresa también obtiene beneficios; siempre es valioso contar con una persona con iniciativa, comprometida e innovadora. Además, al no tener a una persona en relación de dependencia se deshace de todos los compromisos que esto ocasiona (IPS, antigüedad, aguinaldos) y, no menos importante: Ahorra en espacio y equipos.
La acción de intraemprender da además a su creador ese valioso sentimiento de pertenencia, que hasta hace poco sólo un emprendimiento completamente propio podía otorgar. Gracias a la gran conectividad que tenemos actualmente en el mundo con internet y las redes sociales, es mucho más accesible posicionar nuestra marca personal y hacerle saber al mundo constantemente en qué proyectos estamos involucrados y a qué nivel.
Lo bueno de intraemprender es que se cuenta con las libertades que tiene un emprendedor, pero con la seguridad de un ingreso fijo mensual de un empleado.
Podés llevarla a cabo manejando tus horarios, desde tu casa o desde donde te parezca conveniente y, sobre todo, con los resultados ¡y no la cantidad de horas trabajadas! como medio principal de verificación de la eficacia del proyecto.
Aura Zelada
Bloguera en www.frugalisima.com
frugalisima@gmail.com
Instagram y Twitter: @frugalisima
Facebook: Frugalísima

Dejanos tu comentario