• POR ALDO BENÍTEZ
  • Periodista
  • aldo.benitez@gruponacion.com.py

Don Ángel tiene 74 años y hasta ahora no logra recuperar algunos de sus bienes que perdió de forma irregular. Su vida cambió radicalmente. Desde los 17 años trabaja en el sector de la aviación. A esa edad se dio cuenta de que su vocación estaba vinculada con el turismo, con los via­jes. En 1980, don Ángel fundó la empresa Abysa y fue uno de los primeros operadores turísticos de Asunción. Sin embargo, el proyecto duró apenas dos años. Para ese entonces, ya llevaba 19 años de casado con Niria Gon­zález, su esposa y compañera de toda la vida. Tienen tres hijas, quienes se convirtie­ron en el respaldo más impor­tante que tuvo don Ángel en los momentos más duros que tuvo que pasar.

En 1982 nació su nueva empresa; Abba Tour SA. La firma inició sus operacio­nes con una pequeña oficina, gestionando excursiones y empezando a ganar, desde abajo, cartera de clientes de pasajeros.

EL DESPOJO

En el año 1997, siendo Abba Tour SA una empresa ya con­solidada en el sector, empezó a operar financieramente con Multibanco SA. "Yo me reunía con los directivos de Multibanco casi como unos amigos. Era un cliente VIP. Llegaba y me recibían, tomá­bamos un café y conversá­bamos", recuerda de aquella época don Báez.

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Refiere que con quienes solía tener encuentros era con Pedro Daniel Miraglio, presidente del banco, quien fue condenado a 8 años de cárcel, en noviembre del año 2006, por lesión de con­fianza y otros delitos eco­nómicos.

Sin embargo, dos años des­pués, en el 2008, logró su libertad bajo fianza. Cuando estalló la quiebra de Multi­banco, en junio del 2005, Abba Tour SA o Ángel Báez aparecía con una supuesta millonaria deuda.

En total, la entidad ban­caria reclamaba por dife­rentes tipos de operacio­nes unos 650.212 dólares. Sin embargo, don Báez ase­gura para ese entonces ya se habían pagado todos los créditos.

Con los juicios que entabló la sindicatura, poco a poco Abba Tour SA fue perdiendo todo. "Prácticamente me mataron comercialmente. Mi empresa ya no podía fun­cionar. Nadie me daba crédi­tos, perdí casi todo", expone don Báez, con la voz aguda, entrecortada.

INFORME PERICIAL

A principios del año 2010 el entonces síndico de Quie­bras de Multibanco, Raúl Silva –que tomó el caso luego de Guido Planás, quien fue investigado por el Ministerio Público por diferentes irregularidades en su labor al frente de este proceso– ordenó hacer un informe pericial para deter­minar la situación real de Abba Tour SA.

El 9 de abril de ese mismo año, el licenciado Gustavo Ruiz Viera presentó ante la Sindicatura su trabajo peri­cial. Se trata de un informe de casi 22 páginas y 204 documentos respaldato­rios que contradice todo el proceso de quiebras de Mul­tibanco –en lo relacionado con los reclamos judicia­les a Abba Tour SA– y hace recomendaciones puntua­les; desistir de los reclamos judiciales contra la empresa, devolver a la familia de Báez unos 117.801 dólares que tenía a su favor en las cuen­tas reales de Multibanco y la devolución de un impor­tante inmueble.

En el informe se muestran evidencias del esquema de estafa que realizaron en Multibanco contra don Báez y Abba Tour. Por ejemplo, el banco otorgó créditos a cuenta del deudor (Abba Tour SA) sin consenti­miento del mismo.

No registró importantes pagos que hizo durante años la empresa Abba Tour SA, en muchos casos incluso can­celando sus cuentas. Ade­más, aparece la presunta falsificación de firma para adulterar escrituras para justificar pagos o garantías otorgadas.

En el documento figuran unos 83.306 dólares que fueron cargados a la deuda de Abba Tour SA sin ningún tipo de respaldo documen­tal. Es decir, nadie sabe de dónde sale ese monto engro­sado a la deuda, entre otros casos similares.

INMUEBLE

Tras el juicio de setiembre del 2006, el Banco se adju­dicó el 28 de febrero del 2008, un inmueble indivi­dualizado como finca Nº 50 del distrito de la Catedral, en Asunción. Allí funcionan las oficinas de Abba Tour. El edificio fue rematado a Mul­tibanco por G. 330 millones, cuando que su valor, por ubicación y construcción, supera ampliamente esta cifra. Fue un golpe que don Báez ni su familia aún pue­den asimilar.

A lo largo de 10 años de liti­gio judicial, don Báez fue testigo de cómo fue per­diendo todo. Inmuebles, algunas casas, y su propia empresa que formó con mucho sacrificio se fue prác­ticamente cerrando. Hoy, en Abba Tour trabajan él con una de sus hijas.

En marzo del 2007, don Báez tuvo su primera interna­ción hospitalaria. Una ten­sión nerviosa lo obligó a ir en cama. Un año después, en julio del 2008, estuvo dos días internado en terapia inten­siva por un infarto agudo.

"Hace años que no estoy bien. Me duele el cuerpo, desde que empezó todo este asunto creo que ya no duermo bien. Es muy fuerte, perder todo de una vez, todo lo que trabajé, son 60 años de trabajo, mi hijo, son 60 años", expone don Báez. El hombre espera que la Sindicatura de Quie­bras alguna vez tome en serio su caso y haga justicia.

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