Funcionarios de la Junta Municipal de Asunción no solo manipulaban el reloj de marcación a su antojo, sino que también brindaban información laboral particular a miembros del clan e instruían a otros en la adulteración de sus registros. Archivos de mensajes filtrados revelan el "modus operandi" de la claque corrupta. Hasta el momento, las autoridades solo instruyeron sumarios, pero los responsables siguen en sus puestos.

En la edición del pasado lunes, La Nación reveló cómo un grupo de funcionarios del área de Liquidación de la Junta Municipal de Asunción manipulaba el reloj de marcación a su conveniencia, adulterando sus horarios de entradas, salidas y horas extras, cubriéndose entre sí para ausentarse, llegar tarde o salir antes del horario laboral a cambio de todo tipo de favores.

Además, brindaban información sobre otros empleados a los miembros del clan, como por ejemplo, si iban a ser multados, cuánto les correspondía cobrar y otros datos de índole particular. Incluso, "instruían" a otros funcionarios en la manipulación del reloj.

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El hecho se conoció tras filtrarse un archivo de mensajes de Whatsapp de uno de los funcionarios involucrados en el esquema de manipulación y que según las capturas de pantalla se encargaba de realizar a "pedido" las asistencias de su clientela, que estaría compuesta por 200 empleados del municipio asunceno, que lograban "marcaciones perfectas". Incluso, algunos se daban el lujo de no marcar durante días y esta persona lo hacía por ellos.

Desde entonces ya pasó un año, y la única medida tomada por la concejalía fue sumariar a todos los funcionarios del área de Liquidación y de Recursos Humanos, cuya directora –que según los denunciantes no tenía nada que ver– fue destituida, mientras los verdaderos responsables siguen en sus puestos hasta la fecha. Además, implementaron la firma de planillas para tratar de evitar que estos y otros funcionarios sigan haciendo de las suyas.

En varias ocasiones se intentó conversar con el presidente de la Junta, el concejal Hugo Ramírez, pero éste no atendió las llamadas ni respondió los mensajes enviados. Si bien el caso data del 2016, deja en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de control en el municipio, así como la impunidad para quienes cometieron el hecho y la falta de transparencia en dicha dependencia.

“QUE SE CAMPANEEN ELLOS”

Las secuencias de conversaciones detallan, paso a paso, la manera en que este "clan" de liquidadores fraudulentos se manejaban dentro de la Junta; cada día más funcionarios se acercaban a ellos para aprender cómo adulterar sus horarios y de esa forma asegurar sus salarios, trabajando menos, llegando tarde o retirándose temprano. La situación era aprovechada para pedir obsequios u otros beneficios a cambio del favor.

"Mañana llevo mi crema ¿querés?; Hola, siii, ya está toda tu marcación, ¡perfecta!; Jojo, llevá tu faja; Bueno". Esta es una de las tantas conversaciones que evidencian cómo se manejaban estos funcionarios, incluso, en la trama hasta existe un "amor clandestino".

"¿Vos vas a marcar mi salida hoy?; ¿Qué hora?; Y cuando te vayas amor; ¿Y vos qué hora vas a salir?; Y las 4 por ahí; Bueno amor; ¿Podés?: Sí; ¿Y mis entradas?; ¿Hoy no marcaste?, ¿desde el 1 tiene que ser?; Ni hoy ni ayer mi amor, sí, desde el 1".

Esta charla corresponde a las dos personas que mejor manejaban el sistema de marcación y que se encargaban de "instruir" a otros: "Ella me escribió, me preguntó cómo se borran las marcaciones manuales; Mostrale si querés, si no, le dije que borre ahí donde cargó; Bueno, le muestro; Si no querés no le muestres amor, que se campaneen ellos ".

En otro mensaje, refieren que una persona –que aparentemente tendría un cargo de mayor responsabilidad– descubrió el "modus operandi" de la pareja. "Pilló ahora que se carga manual y justo vio el mío; Mamá querida, que mal amor, ojalá no diga nada; Sí, re-mal, imprimió desde ahí mi marcación y justo yo llegué y me dijo que yo cambio mi salida". Así, se iba ampliando el círculo de funcionarios que sabían del esquema corrupto.

CARGOS FANTASMAS Y CHEQUEOS POR WHATSAPP

En los archivos de las conversaciones, también hablan de la creación de cargos "fantasmas" para favorecer a ciertos empleados. "¿Y ella qué hace ahora?; Está como jefa de fiscalización gua`u, al pedoite está; Jaja cualquier cosa; Sí, re-luego; ¿Tienen resolución?; Bolapa, no tiene; Que locura; Ahh; Ya te digo, macanadaite; Porque no existe eso en el organigrama, pero se puede crear", refieren dos funcionarias.

Algunos miembros del clan también tienen acceso a las planillas de salarios y a través de Whatsapp van informando a sus compañeros las "novedades" acerca de los pagos, de acuerdo a la siguiente charla: "Amora, el de ella veme porfa, si va poder cobrar; Sí, tiene que cobrar; ¿No se le multó verdad?, yo envié su tarjeta, ¿ya se cobra efectivo?, quiero cobrar; A partir de las 10:30 supuestamente; Ah bueno".

¿CÓMO FUNCIONA?

En la siguiente conversación, los funcionarios cuentan, paso a paso, cómo manipular el sistema: "Y si me mostrás ahora para saber como cargar en pen, porque ella está en camino, le mostré y ahora ya quiere saber también; Vas a abrir un wordpack o block de notas; Esperame amor; No pierdas la paciencia por mi; Pasame tu correo, te envío, descargá y modificá si; Entrá en mantenimiento creo, hay una parte que dice modificación de marcas y ahí poné tu Pin, fecha al…hasta tal…, tenés que destildar el cuadrito y le das ok, y en la última columna de la derecha dice eliminar, le das un click encima y se cambia a S, ahí se elimina lo que querés eliminar".

Varios funcionarios, indignados por la impunidad en el caso, presentaron su denuncia a La Nación. Ellos aseguran ser blancos de constantes amenazas por parte de estas personas.

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